Sucesos

Vivimos en la región más violenta del planeta

En las últimas dos décadas 2,5 millones de personas han sido asesinadas

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Según los expertos la gente desconfía en la justicia por la gran cantidad de casos que quedan sin resolver. Foto ilustrativa Edgar Chinchilla /Archivo (Edgar Chinchilla)

América Latina y el Caribe es la región más violenta del planeta, con 39% de los homicidios, revela un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Costa Rica agrega a esa mortal cifra 533 asesinatos, hasta este jueves, ocurridos en lo que va del año según el OIJ.

Con sólo el 9% de la población mundial, la región es la única del mundo donde la principal causa externa de muerte es el homicidio (52% de los fallecimientos). Las ciudades de Caracas, en Venezuela; San Pedro Sula, Honduras: San Salvador, El Salvador, y Acapulco, en México, son las más violentas del planeta, con tasas de homicidios de 10 a 20 veces mayores que el promedio mundial, por encima de los 80 por cada 100.000 habitantes.

Los índices de violencia no ceden , afirma el estudio “Crimen y violencia, obstáculos para el desarrollo de las ciudades de América Latina y el Caribe”, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

“Los indicadores más relevantes de incidencia delictiva, de victimización, y de percepción de inseguridad se mantuvieron elevados”.

Y la poca confianza de la ciudadanía hacia las instituciones es otro factor relevante, por eso “es necesario crear instituciones eficientes, policías profesionalizadas y más cercanas al ciudadano”, dijo Nathalie Alvarado, directora de Seguridad Ciudadana del BID.

En menos de dos décadas se contabilizan más de 2,5 millones de homicidios, un 75% de ellos ocurridos con arma de fuego.

Y el futuro no es alentador. Si la situación y las tendencias se mantienen, se espera que la tasa de homicidios crezca de 22 asesinatos por cada 100.000 personas en 2017 a alrededor de 35 para 2030.

La tasa de robos es también altísima. Por cada 100.000 habitantes, la región registra 321,7 robos.

La rápida y desordenada urbanización, el estancamiento de la productividad en las ciudades y el desempleo juvenil son los factores que estarían detrás de este triste récord, según el BID.

En la región, hay 7,1 millones de jóvenes desempleados y 15,1 millones que ni estudian ni trabajan. “La evidencia ha demostrado que un aumento del 1% en el desempleo juvenil conduce a 0,34 homicidios adicionales por cada 100.000 personas”, detalla el informe.

A todo esto se le suma la presencia del crimen organizado -expresado en bandas del narcotráfico, trata de personas y minería ilegal- junto con un alto uso de armas de fuego, sobre todo en Centroamérica.

"Con esa presencia de armas, hay un aumento de la utilización de la violencia para terminar con problemas cotidianos", explicó Dammert a la AFP.

Existe también en la región una baja legitimidad de la policía y la justicia. Solo 20 de cada 100 homicidios resultan en una condena.

Esa sensación de impunidad lleva a denunciar sólo el 45% de los delitos.

El reporte del BID, presentado en el marco de la 10º semana de la Seguridad Ciudadana desarrollada en Santiago, Chile, también alerta sobre el alto costo del crimen para la región.

Bajar los índices de inseguridad "no es tarea fácil, pero estamos viendo en esta semana de la Seguridad que muchas ciudades de América Latina y muchos países han bajado las tasas de homicidios", remarcó Alvarado.

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