Sacar cuerpos que están en lugares de acceso complicado ya no es solo un trabajo de la Cruz Roja. El OIJ cuenta con unas modernas camillas para que sus agentes lleven a cabo esa misión y algo de lo más sorprendente es que esas camillas caben en un salveque.
Se trata de camillas diseñadas por la empresa estadounidense Sked, especializada en equipo de rescate. Cada una tiene un costo aproximado de $615 (más de ¢368 mil), pero dependiendo del modelo pueden valer hasta $760 (¢455 mil).
“La camilla Sked fue diseñada para uso militar y pasó a ser usada para rescates”, explicó Alejandro González, de la Sección de Inspecciones Oculares del OIJ.
González detalló que el proyecto de utilizarlas se inició hace dos años en las secciones de Homicidios e Inspecciones Oculares del OIJ de San José, pero debido a los buenos resultados que obtuvieron ya las utilizan también en otras delegaciones. En todo el país, la Policía Judicial cuenta con 10 de estas camillas especiales.
Desde cero
El agente explicó que el fin de estas camillas es permitirles a los investigadores empezar a trabajar en el análisis de posibles escenas de crímenes desde el puro principio. Es decir, sin que tengan que esperar a que sean los cruzrojistas quienes saquen un cuerpo de donde quedó, sobre todo si se sospecha que se trata de un homicidio.
“Hay momentos en los cuales es importante que sea OIJ el que tenga el acceso (inicial), la colaboración que nos prestan los cuerpos de rescate es genial, pero hay veces en las que el procesamiento de la escena debe ser hecho por un profesional en el tema. Esto (que ellos inicien el trabajo) evita que la gente que nos colabora pueda omitir información importante para resolver un caso, como puede ser un casquillo”, detalló el agente.
González señaló que el uso de estas camillas significa también un beneficio para los cuerpos de emergencia, pues ya no tienen que movilizar sus recursos para rescatar un cuerpo.
Otra de las características más llamativas de estas camillas es que fueron hechas con un plástico especial (polietileno de baja densidad) que permite enrollarlas y llevarlas, como dijimos antes, en un salveque que bien cargadito llega a pesar poco más de 8 kilos.
Ya desplegada, la camilla está diseñada para aguantar a una persona de hasta 136 kilogramos. La forma que tienen permiten que las levanten de manera vertical u horizontal. Por esa razón resultan tan prácticas cuando se trabaja en un lugar estrecho como podría ser una grieta.
“Esta camilla nos permite realizar el empaquetamiento del cuerpo de forma segura para que no se vaya a golpear o que la bolsa se vaya a romper. Es una especie de protección más”, añadió.
Cuando se está frente a un posible crimen es importantísimo resguardar el cuerpo cuanto sea posible.
El agente dijo que además de ser ligeras, la camillas son muy resistentes, por eso pueden arrastrarlas por cualquier terreno sin preocuparse de que se vayan a dañar, y cuentan con amarras para levantarlas entre varios o con un sistema de arnés.
Aprovechar lo que se tiene
Otra de las ventajas que ofrecen es que permiten que la extracción de un cuerpo pueda ser realizada por una sola persona si es el caso, lo que significa una ayuda enorme para el OIJ ya que no siempre cuenta con varios agentes para mandarlos a un sitio donde se debe levantar un cuerpo.
“Son equipos que pueden ser manipulados por una sola persona. Nosotros tenemos que maximizar el recurso en una escena ya que normalmente vamos de tres a cuatro compañeros, mínimo dos, pero una persona tiene que poder montar este tipo de equipos”, dijo González.
El hecho de que la camilla pueda ser llevada dentro de una mochila les facilita mucho la labor a los investigadores a la hora de bajar al fondo de un guindo o a un lugar complicado al que jamás podrían llevar una camilla rígida.
“Ahorita hay alrededor de treinta y cinco personas que han recibido capacitación (para utilizarlas), están a niveles básicos y la idea es ir especializándolas. Esto es como todo, es un asunto de educación constante”, indicó González.
El agente aclaró que, lógicamente, no pueden atender todos los casos, por eso escogen aquellos de los cuales han recibido alguna información que les permite creer que se trata de un hecho criminal. Es decir, si todo indica que fue un accidente de tránsito, por ejemplo, son los cuerpos de socorro los que se hacen cargo del trabajo.