El posible asesinato de la venezolana Carla Stefaniak, quien se encuentra desaparecida desde el 28 de noviembre, da un nuevo golpe al turismo costarricense.
Las autoridades judiciales están haciendo análisis forenses para confirmar si el cuerpo que hallaron este lunes semienterrado en San Antonio de Escazú es el de ella.
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En caso de comprobarse, no sería la primera turista que pierde la vida de forma violenta este año en el país, situación que golpea de forma directa la economía tica.
El domingo 5 de agosto la mexicana Trinidad Matus, de 25 años, murió en un intento de asalto en playa Carmen, en Santa Teresa de Cóbano, Puntarenas. El ataque se dio a las 3 de la madrugada cuando ella y una amiga inglesa caminaban por la arena.
Según informó en esa ocasión el OIJ, dos hombres se acercaron a las turistas para robarles y uno de ellos se llevó a la británica hacia el mar con la intención de ahogarla, pero ella se defendió, forcejeó y escapó. El otro atacó a la mexicana y sí logro ahogarla.
Por este caso la policía detuvo a dos hombres de apellidos Esquivel y Sancho, quienes actualmente están descontando prisión preventiva.
Según había publicado Trinidad en sus redes sociales, ella llevaba tiempo planeando un viaje por varios países de los cuales Costa Rica era el primero.
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La española Arantxa Gutiérrez López, de 31 años, también encontró la muerte al visitar el país. Ella fue asesinada el sábado 4 de agosto en Tortuguero.
Arantxa llegó a Costa Rica con el esposo Miguel Ángel Escribano Ortega, luego que planear el viaje durante dos años.
Según dijeron las autoridades, Gutiérrez salió a caminar por los alrededores del hotel en el que se hospedaba, pero no regresó. Horas después fue hallada con signos de estrangulación.
Días después del crimen, Miguel dijo en conferencia de prensa que detrás de esta tragedia existe un culpable, pues su esposa no hizo nada malo, ella solo quería disfrutar de las bellezas que ofrecía Costa Rica, por eso es que pide a las autoridades que no descansen hasta que el responsable sea condenado por lo que hizo.
La Policía Judicial detuvo como sospechoso de esta muerte a un sujeto de apellido Díaz, cuyo ADN fue hallado en el cadáver de la extranjera; él también está descontando prisión preventiva.
Las autoridades aseguran que este tipo de ataques afectan en gran medida el turismo nacional, ya que hace que Costa Rica sea visto como un destino peligroso y de alto riesgo.