El exceso de confianza de los ciclistas al dejar mal puestas las bicicletas es la principal causa para que se las roben, los investigadores del OIJ afirman que las cocheras son el blanco favorito de los maleantes.

Gustavo Rubí, jefe de la unidad de Robo de Viviendas, recomienda guardarlas en lugares cerrados.

“Muchas son sustraídas de cocheras o sitios abiertos de las casas, se recomienda dejarlas en sitios cerrados y seguros, que no queden a la vista; además, muchas son dejadas sin ningún mecanismo de seguridad en las calles y esto facilita que se dé el hurto, en estos casos los responsables de estos delitos no tienen ninguna dificultad para llevárselas debido al exceso de confianza de los dueños”, mencionó.

Agregó que es importante evitar rutas muy solitarias y cercanas a lugares conflictivos.

“Normalmente las bicicletas son vendidas o empeñadas en compraventas, o a particulares y en algunos casos las ofrecen por las redes sociales”, expresó.

Mariana Solís, vecina de Cartago contó que en diciembre anterior dejó las bicis de su esposo y de ella en una cochera tipo cortina y aun así los maleantes se las ingeniaron para abrirla y llevárselas, mencionó que a veces por ir de prisa o por pereza no las metía a la casa.

Del 2014 al 2018 los puntarenenses interpusieron 1.555 denuncias por robos de bicicletas, en Alajuela trascendieron 1209, en San José 1189, en Guanacaste 1128, Limón 855, Cartago 708 y en la que menos robos de bicis se dan es en Heredia con 555.

¿Qué hacer en caso de asalto?

Rubí aseguró que son muy pocos los asaltos que se dan a ciclistas, esto quizás porque la mayoría practican el deporte en grupos.

“La mayoría de ocasiones son robadas por sujetos que andan solos, muy pocas veces acompañados”, dijo.

“De ser víctima de un asalto se recomienda pensar que la vida es lo más importante, no oponga resistencia y trate de ver las características físicas de los responsables y a la mayor brevedad reportar el caso al 911, luego interponer la denuncia”, señaló.

LEA MÁS: Ladrones del Puerto le tienen el ojo puesto a las ‘cletas’