Una caminata por la arena de playa Junquillal, en Santa Cruz de Guanacaste, terminó en fatalidad porque un rayo impactó a Mariajosé Artavia Oreamuno, de 35 años y quien murió de forma instantánea.
El hecho sucedió pasada la 1 p.m. de este martes. En apariencia, la mujer estaba de vacaciones junto a un hermano.
Según trascendió, a eso de las 3:30 p.m. un grupo de extranjeros que limpiaba la playa encontró el cuerpo de Artavia entre el mar y el estero y de inmediato pidieron la ayuda de la Cruz Roja.
Pese a que los cruzrojistas corrieron para llegar lo antes posible ya no había nada qué hacer por Mariajosé. De acuerdo con el reporte de la Cruz Roja de Santa Cruz, Artavia presentaba las típicas lesiones provocadas por un rayo, como quemaduras y moretones.
Al lugar donde encontraron el cuerpo llegó un hombre que, al parecer, trabajaba en la casa donde se estaba hospedando Mariajosé. El hombre les dijo a los cruzrojistas que la mujer salió a caminar minutos después de que paró de llover y poco después oyó tres rayos que habrían caído cerca.
Amante del agua
Mariajosé es recordada como una amante del agua. De hecho durante mucho tiempo fue nadadora y participó en varias competencias de aguas abiertas.
Pero lo que más amaba era a sus tres pequeños hijos de 2, 4 y 6 años.
Estas dos pasiones hicieron que Mariajosé decidiera iniciar su propio negocio en el 2014, una academia de prenatación que tiene como propósito que bebés y niños alcancen seguridad e independencia en el agua de manera que pierdan cualquier temor. Bautizó este sueño cumplido como “Wawa Pre-Natación”.
“Muchos de nosotros aprendimos natación de una manera diferente, pero también estábamos más expuestos a llevarnos ‘sustos’ o no saber cómo reaccionar ante una ola o ante alguien que nos empujaba en una piscina o si nos caíamos”, contó a La Nación en una entrevista realizada el 5 de agosto de este año.
Este miércoles la página de Facebook de la academia publicó un mensaje por la muerte de Mariajosé, y al momento estaba lleno de comentarios, la mayoría de agradecimiento por lo que hizo Mariajosé por decenas de pequeñitos.