La comunidad de Tortuguero es conocida en todo el mundo por su naturaleza, pero en las últimas semanas ha llamado la atención por motivos que nada tienen que ver con sus bellezas.
El asesinato de la española Arantxa Gutiérrez López, ocurrido la mañana del sábado 4 de agosto, y la presunta violación de una turista estadounidense de apellido Preston en la noche del domingo 12 de agosto han puesto el nombre de Tortuguero en los principales medios internacionales y eso ha golpeado la imagen del pueblo.
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Ana Rita Rodríguez, presidenta de la Cámara de Turismo de Tortuguero, dijo que, aunque se trata de dos incidentes aislados que pudieron suceder en cualquier parte del país lamentablemente, esta vez le tocó a Tortuguero y era inevitable que su imagen se viera afectada.
Siempre con encanto
Ante esta situación, tanto la Cámara de Turismo como otras instituciones del mismo campo y el Gobierno se han puesto las pilas para tratar de minimizar el daño que podrían causar las malas noticias. Nadie desea que estos hechos, que lamentablemente sucedieron muy seguidos, manchen el nombre de un sitio que vive en buena parte del turismo, sobre todo internacional.
“No queremos que satanicen este lugar, que no se pierda ese encanto que siempre ha tenido Tortuguero, donde hay gente muy buena y amable. Por eso le pedimos a todo el público que no deje de asistir a este bello lugar”, dijo Rodríguez.
Doña Ana señaló que, pese a lo sucedido, los turistas todavía siguen llegando y entienden que, a pesar de los crímenes, Tortuguero sigue siendo un lugar tranquilo.
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Más seguridad
Rodríguez consideró que el asesinato de la española y la violación de la estadounidense sucedieron por una mala jugada del destino, pero ve muy claro, eso sí, que necesitan más seguridad y mejor.
“Aquí hay como treinta policías, pero cuando tienen días libres y vacaciones quedan poquitos en el puesto, además hay varios que tienen labores administrativas, entonces a la calle van dos o tres parejas. No hay suficientes efectivos, se viene hablado desde hace tiempo de que necesitamos oficiales y lanchas policiales adecuadas para la zona”, señaló.
Rodríguez dice ser consciente de que no toda la responsabilidad de la seguridad debe caer en los hombros de los policías. Es por eso que ellos mismos decidieron trabajar con la comunidad para que los vecinos sepan que al turista se le debe dar información y seguridad.