Un hombre de apellidos Corella Alvarado pasará los próximos 22 años en la cárcel por asesinar a su esposa.
Esta fue la decisión que tomó el Juzgado Penal de San Carlos este lunes por el caso del femicidio de Kattia Vargas Azofeifa, de 44 años, quien trabajaba como enfermera en el hospital de San Carlos.
Vargas fue asesinada el domingo 19 de noviembre de 2017, día en el que las autoridades la encontraron sin vida dentro de su casa en Cedral de San Carlos. La mujer presentaba golpes en la cabeza, estómago y brazos.
De acuerdo con el Ministerio Público, la prueba presentada por la Fiscalía fue tan contundente que a Corella no le quedó más que confesar que él fue quien le quitó la vida a la mujer con la que estuvo casado por 11 años, por este motivo es que no hubo necesidad de realizar un juicio.
“El Ministerio Público logró probar que luego de una discusión, el imputado (Corella) tomó por el cuello a la mujer y presionó con fuerza, hasta lograr asfixiarla”, indicó la Fiscalía de San Carlos.
Según trascendió, Corella cometió el crimen aprovechando que sus hijos estaban dormidos, por lo que a la fuerza llevó a Vargas hasta el baño de la casa y ahí la asesinó.
Separación
De acuerdo con la investigación que fue realizada por el OIJ, Corella agredía a su esposa, por lo que Kattia le pidió el divorcio, pero este se negó.
Al parecer, el hombre luego cambió de opinión, pero le solicitó que ella pasara la casa a su nombre y le diera una pensión de ¢100.000 mensuales para mantener a los chiquitos, a lo que ella se negó.
Durante la investigación se dio a conocer que Vargas iba a presentar una denuncia en contra de su esposo para que las autoridades lo sacaran de la casa, pero este la atacó antes de que pudiera hacerlo.
Corella fue detenido el día de los hechos cuando andaba paseando con los tres hijos que tuvo con Kattia, dos niñas de 11 y 9 años y un chiquito de 7, por el parque de Ciudad Quesada, como si nada hubiera pasado.
El hombre pasará en prisión preventiva mientras la sentencia queda en firme.