La desesperación que un hombre sintió al ver como una pareja de extranjeros huía en un carro con su bebé de dos añitos y cuatro meses hizo que apretara el acelerador de su chuzo hasta el fondo y chocara la nave de los supuestos secuestradores para rescatar a su hijo.
Este heroico hecho ocurrió a las 9 a. m. de este jueves en calle Los Gavilanes, en La Chispa de Pozos de Santa Ana, en San José.
En el lugar del accidente las autoridades detuvieron a los dos sospechosos, una nicaragüense de apellido Oporta de 23 años y un francés apellidado Mirs de 38. Además los paramédicos llevaron al menor en buenas condiciones al Hospital Nacional de Niños.
En cuanto al papá del chiquito, trascendió de forma extraoficial que se trata de un empresario bastante reconocido, quien se dedica a la exportación e importación de frutas.
Falsos agentes
Se dice que la pareja de extranjeros, aparentemente, se hizo pasar por agentes del OIJ para detener el Land Rover Discovery modelo 2013 de color rojo en el cual iba el hombre junto a su esposa y el bebé.
Guillermo Herrera, supervisor de la Policía Municipal de Santa Ana indicó que incluso se habla de que los sospechosos se habrían inventado una especie de retén en carretera para que el conductor se detuviera sin sospechar nada.
Una vez con el chuzo detenido, los sospechosos atacaron al señor y a su esposa con gas pimienta agarraron al chiquito y lo subieron en el carro que andaban, un Hyundai Accent modelo 2018 de color gris.
Sabiendo que la vida de su hijo estaba en juego, el señor no se dejó vencer por el gas que le echaron y más bien aceleró su carro para darle persecución a los sospechosos. El hombre logró chocar por detrás el carro de los extranjeros, lo que provocó que este pegara con dos carros más, evitando así que pudieran darse a la fuga.
Evidencia importante
Esta versión no suena tan descabellada luego de que las autoridades encontraran evidencia de importancia dentro en el carro de los sospechosos, como un cono anaranjado de plástico en la cajuela del vehículo, muy similar a los que usa la Policía durante los controles en carretera.
“Dentro del vehículo en el que iban (los sospechosos) supuestamente habían objetos como un arma de fuego, esposas y aparentemente unos uniformes, pero es trabajo del OIJ confirmar todo eso”, añadió Herrera.
Las autoridades también confirmaron que el carro de los sospechosos tenía tapado con cinta negras las calcas de Riteve y del marchamo.
Además, el chuzo tenía dos placas, la original del Hyundai, que en apariencia es propiedad de una empresa de alquiler de carros, y la segunda, de un Toyota Tercel modelo 1988 que aparece en el registro de la propiedad a nombre de una mujer de apellido Altamirano.
La Teja consultó al OIJ sobre los objetos que fueron encontrados por los investigadores dentro del carro, sin embargo, por medio de su oficina de prensa indicaron que no podían dar detalles ya que la investigación aún estaba en proceso.
Color de hormiga
Herrera contó que el trabajo de los oficiales se complicó más de la cuenta, pues la escena se puso color de hormiga una vez que los vecinos se dieron cuenta de la sustracción del bebé, por lo que empezaron a llover mentadas de madre en contra de los extranjeros.
Incluso, en varios videos que circulan en redes sociales se puede ver como algunas personas abren las puertas de la patrulla en la que estaban los detenidos para agarrarlos a golpes y dejarles un “recuerdito” antes de que fueran llevados a la delegación.
De momento los detenidos están a las órdenes del Ministerio Público, mientras son investigados por el OIJ y la Fiscalía Adjunta Contra el Crimen Organizado.
La sospechosa de apellido Oporta fue llevada al hospital Calderón Guardia, la noche de este jueves, para realizarle algunas placas pues aseguraba que le dolía mucho el cuerpo por los golpes que le dieron los enfurecidos vecinos.