Sucesos

Papá de joven hallada muerta en Escazú: “Ayer cumplí años y hoy me toca sepultar a mi única hija”

Señor pidió a los jóvenes que dejen las malas juntas

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Ivannia Mora y Bladimir Castro cargaron las cenizas de su hija Stephannye y usaron camisetas con su foto. Foto: Alfonso Quesada. (Alfonso Quesada)

El día en que llegó a los 54 años, Bladimir Castro Quesada estaba planeando el funeral de su única hija, Stephannye Paola Castro Mora, sepultada este domingo.

La joven, de 28 años, apareció desmembrada el miércoles 7 de noviembre en una calle solitaria de Bebedero de Escazú por la que algunas personas acostumbran ir a caminar.

Este domingo el papá de Stephanny se sentía devastado por tener que despedirse de su muchacha, pero aun así sacó palabras para aconsejar a los jóvenes con el fin de evitar que otras familias pasen por tanto dolor como el que han sentido él y sus parientes.

“Quiero tocar las cenizas de mi hija y decirle que nos veremos pronto. Yo creo en la justicia divina, ahí sí hay justicia”, dijo el señor entre sollozos.

“A mi hija le gustaba volar alto, vivir alegremente. Algo que siempre tratamos de corregirle a Tete, como le decíamos de cariño, era que tenía como un imán para hacerse de malos amigos. Nunca se lo pudimos quitar y para mí esos malos amigos fueron los que la mataron”, afirmó.

“Yo quiero que la muerte de mi hija sirva de escuela a muchos jóvenes que, al igual que ella, se rodean de malas amistades y creen que a ellos nunca les va a pasar nada. Miren lo que le pasó a mi chiquita”.

Luego de la misa los allegados a la joven llevaron los restos al cementerio de Buenos Aires. Foto: Alfonso Quesada. (Alfonso Quesada)

Presintió crimen

El señor recordó que Stephanny estuvo desaparecida varios días antes de que su cadáver fuera hallado, casi por casualidad, y cuenta que él tuvo el presentimiento de que algo muy malo le había pasado.

“El siete de noviembre mi hija cumplía cinco días de desaparecida y ese día, en la madrugada, yo no pude dormir tranquilo, estaba como fatigado, algo me pasaba. Me levanté como a las seis y media de la mañana y antes de meterme al baño me desplomé, pensé que me iba a morir.

“En ese momento sentí que algo le había pasado a mi hija. Dios me hizo saber que ella había sido asesinada, por eso le pedí que me diera la oportunidad de encontrarla y darle cristiana sepultura. Ahí mismo le dije a Dios que perdonara a esos delincuentes que acabaron con ella”.

Hacía años que don Bladimir se había separado de la mamá de su hija, pero aún conservaba una muy buena relación con las dos.

“Nos llevábamos muy bien, ella era muy apegada a mis papás, incluso se había hecho en la espalda un tatuaje con la fecha de la muerte de mi mamá, por eso vamos a poner sus cenizas a la par del cuerpo de mi mamá”, explicó.

La noticia del crimen golpeó a la familia. Melany Bermúdez, prima de la joven, había escrito en su perfil de Facebook: “Aún estamos sin creerlo. Pero así es la voluntad del Padre Celestial. Solo se nos adelantó. Ya gracias a Dios nadie la va a hacer sentir mal. Que mi Tete viva por siempre en cada uno de nuestros corazones. Ella era una gran persona, una excelente prima”.

La joven había dejado la zona sur en busca de un buen trabajo. Foto: Tomada de Facebook. (Tomada de Facebook)

Quería volver a Buenos Aires

Stephannye nació en Buenos Aires de Puntarenas, pero hacía unos años se había pasado a vivir a San José para buscar un trabajo mejor. Estuvo laborando como guarda, pero en los últimos días de vida algo la hacía sentir incómoda y decía que ya no soportaba el ambiente de la capital.

“El día que desapareció llamó a la mamá a las cinco y cincuenta de la mañana y le dijo: ‘hoy me voy para Buenos Aires’. Ese mismo día como a las seis de la tarde volvió a llamar a Ivannia (la mamá) y le dijo: ‘mami, voy saliendo del trabajo, voy a recoger mis cosas y me voy para allá’. Pero nunca llegó".

Este domingo 25 de noviembre, familiares y amigos de Stephanny se reunieron en la iglesia de Buenos Aires para el funeral y despedirse de ella.

Allí tenían la cajita de madera que contenía las cenizas de la joven. Ella había pedido que cuando muriera la cremaran, no quería que su cuerpo fuera enterrado.

Los agentes judiciales continúan con la investigación de este caso, que parece complejo, para dar con los asesinos de Stephanny y también siguen en la búsqueda de su brazo derecho, que no ha aparecido.

Las autoridades sospechan que a Stephanny no la mataron en el lugar donde fue encontrado el cuerpo. Creen que la mataron en otro lado y fueron a dejar el cadáver en Bebedero.

El OIJ allanó la casa en la que vivía la muchacha, en Barrio México y descartó que la hubieran matado ahí. Foto: Andrey Palacios. (Andrey Palacios)

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