El OIJ y la Fiscalía Adjunta de Fraudes realizaron este lunes 24 allanamientos con los que desbarataron una banda dedicada a falsificar documentos como cédulas, licencias, títulos de bachillerato, pasaportes, placas de vehículos y stickers de revisión técnica vehicular. Es decir, ofrecían de todo como en botica.
Las autoridades detuvieron a 22 hombres, una mujer y un menor de edad, que tenían un negociazo al vender documentos falsos a precios carísimos, así lo confirmó Emilio Segura, Jefe de la Sección Especializada de Tránsito.
“Una licencia de conducir podría tener un valor de ¢40 mil a ¢60 mil, sino contaban con el examen teórico podía costar el doble , hasta ¢160 mil”, expresó Segura.
El investigador afirmó que de momento no tienen un estimado de cuánto dinero ganó la banda con este ilegal bisnes.
Las detenciones las realizaron en Moravia, Paso Ancho, Alajuelita, Tibás, Desamparados, Coronado, Pavas, también en Alajuela, Puntarenas y Cartago. Además en una oficina que está cerca del Consejo de Seguridad Vial (Cosevi), en La Uruca.
De acuerdo con la investigación, el grupo era liderado por un hombre de apellidos Laitano Palacios y una mujer de apellidos Ríos Valera; quienes comenzaron con el negocio ilícito desde mayo del 2016.
“Se cree que estos (los documentos falsos) eran vendidos por montos variados, los cuales se encuentran en investigación, y luego eran entregados en las inmediaciones de un supermercado en Plaza González Víquez y en otros puntos de San José; también habrían utilizado servicios de encomiendas para hacerlos llegar a localidades de Perez Zeledón, Puntarenas y Guanacaste”, detalló la Fiscalía mediante un comunicado.
En los allanamientos los investigadores decomisaron materiales para falsificar documentos como stickers, sellos del Consejo de Transporte Público, de RTV, computadoras, impresoras y máquinas de troquelado para placas metálicas,machotes de títulos. Además de tres carros y cinco motos.
Esta banda vendía por internet y de boca en boca, luego de que otros los recomendaran. Los principales clientes eran personas que por ejemplo no habían podido ganar las pruebas teóricas o prácticas de manejo, también los que no tenían títulos de secundaria.