Las “vacaciones” de Elena Udrea, exministra de Turismo de Rumania, y Alina Bica, exfiscala contra el crimen organizado de ese mismo país, llegaron a su fin este miércoles porque el OIJ las detuvo a solicitud de la Interpol, que las buscaba por corrupción.

Las detenciones las llevaron a cabo agentes del OIJ destacados en la oficina Central Nacional-Interpol Costa Rica con la ayuda de oficiales de la Dirección de Inteligencia y Seguridad Nacional, que les seguían la pista.

La primera en caer fue Udrea, quien fue detenida a eso de las 10 a.m. mientras caminaba por Sabana Oeste. De acuerdo con las autoridades esta mujer ya contaba con una notificación roja en la base de datos de Interpol por los delitos de soborno y abuso de poder.

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Udrea vino a esconderse a Costa Rica el 7 de febrero de este año después de ser acusada y enjuiciada en su país por haber recibido sobornos de varios hombres de negocios en el marco de una velada de boxeo de 2011. Por este hecho la justicia de Rumania la condenó en ausencia a 6 años de prisión.

Además de la pena de prisión Udrea tendría que pagar 900.000 euros (aproximadamente ¢600 millones) a dos empresarios rumanos y 1,7 millones de euros (cerca de ¢1.100 millones) por daños y perjuicios a la Autoridad Nacional del Turismo de su país.

Amiga detenida

La buena noticia para la exministra de Turismo es que no estará sola. El OIJ también detuvo a su amiga Alina Bica, que también contaba con una alerta roja en la base de Interpol Bucarest por delitos de corrupción.

Bica fue detenida a eso de las 2 p.m. en Sabana Este, no muy lejos de donde habían agarrado a Udrea más temprano.

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La exfiscala llegó al país antes que su amiga, se tienen datos de que estaba aquí desde diciembre del 2017. Las mujeres, ambas de 44 años, decidieron esconderse juntas e incluso se les vio juntas de paseo en Jacó, Puntarenas.

Bica pasó seis meses en prisión preventiva en su país debido a dos condenas, por 3 y 4 años de cárcel, por recibir en Rumanía un terreno y más de $20 mil (casi ¢11 millones) en sobornos.

Las dos fueron puestas a las órdenes del Tribunal Penal del Primer Circuito Judicial de San José.