Un llaverito con la frase “Yo también soy el Poder Judicial”, que fue regalado por la mismísima Corte a todos los empleados judiciales, fue la gota que derramó el vaso, pues este obsequio terminó de caldear los ánimos de los funcionarios, quienes se sienten indignados ante la tibia amonestación hecha a los magistrados que desestimaron una causa relacionada con el “Cementazo”.
La entrega de estos regalitos, que habrían generado un gasto cercano a los ¢15 millones, se acordó durante la sesión de Corte Plena del martes 26 de junio de este año; sin embargo, aparentemente se empezaron a repartir hasta este jueves, es decir, un día después de que se dio a conocer la polémica amonestación escrita.
Según se lee en la tarjeta que viene con el llavero, la intención de los magistrados era “agradecer a la gran familia del Poder Judicial por el compromiso, dedicación y mística que demuestran diariamente en procura del mejoramiento de la administración de justicia”.
Pero el tiro les salió por la culata, pues el presente llegó en el peor momento de todos, ya que muchos de los funcionarios lo recibieron en medio de la manifestación convocada este viernes afuera del edificio de la Corte Suprema de Justicia en San José, en la cual participaron más de 100 personas, muchas de estas con carteles que pedían que los magistrados tuvieran vergüenza y renunciaran.
“No sabemos con qué intención la Corte gastó ¢15 millones en mandar a hacer estos llaveritos, esto hizo que la gente se sintiera indignada, tanto así que en el mismo movimiento devolvió los llaveros, ya que les da vergüenza sentir pertenencia a un Poder Judicial tan manipulado por la cúpula de la Corte. Más bien parecía que ellos quisieron jugar con la inteligencia de los empleados judiciales, como para congraciarlos y que guarden silencio”, dijo Álvaro Rodríguez, secretario general de la Asociación Nacional de Investigadores en Criminalistica (ANIC).
Fue tanto el enojo que causó este obsequio, que los gremios del Poder Judicial hicieron un llamado para que todos los funcionarios devuelvan los llaveros y así enviárselos bien empaquetados a la Corte.
El malestar que se vive en el Poder Judicial se debe al polémico “castigo” que se les dio este miércoles a cuatro magistrados de la Sala Tercera por desestimar, sin analiza la prueba aportada por el OIJ, una causa en contra de los entonces diputados Víctor Morales Zapata y Otto Guevara Guth, por un supuesto tráfico de influencias a favor de Juan Carlos Bolaños para la importación de cemento chino.
Ante esta falta, que fue considerada como grave, la Corte únicamente le dio una amonestación escrita a los magistrados Carlos Chinchilla, actual presidente de la Corte Suprema de Justicia; Jesús Ramírez, Doris Arias Madrigal, María Elena Gómez Cortés. Esto debido a que no alcanzaron los votos para suspenderlos.
Una que se adelantó a este llamado fue la jueza penal Rosaura Chinchilla, quien a través de su perfil de Facebook público: “Hoy (jueves), justo hoy, me enviaron este regalito. Lo devuelvo... por si no alcanzó para exhortar a otras personas a que se comprometan con la mejora institucional”.
En el mismo saco
Martha Iris Muñoz, exdirectora de la Defensa Pública, fue una de las que se puso más chiva al ver la gracia de los magistrados, pues para ella estos quisieron meter a todos los empleados del Poder Judicial en el mismo saco, ya que ahora sí les conviene que haya “unidad”.
“Con los llaveros parece que quieren decirnos que todos estamos en el mismo problema, que todos somos de los mismos y eso no es así, los funcionarios se sintieron muy molestos, porque somos parte del Poder Judicial, pero no de la corrupción”, dijo.
En cuanto a la polémica amonestación, Muñoz dijo que esa decisión solo dejó una enorme desconfianza en toda la ciudadanía, pues no entiende cómo los magistrados trataron un caso de tanta importancia como si fuera cualquier cosa.
“Si estos señores a los que se les paga un muy buen salario, creo que de unos ¢8 millones, no cumplen ni siquiera con su función primaria, eso deja mucho que desear, porque de este caso se dio cuenta el pueblo, pero pueden haberse dado otros casos de los que nadie se dio cuenta”, añadió.
Le tiró al presi
Aunque son cuatro los magistrados amonestados, Muñoz le tiro más duro a uno de ellos, al presidente de la Corte, Carlos Chinchilla, pues ella asegura que él fue quien tuvo más responsabilidad en la desestimación de la causa seguida contra los diputados Otto Guevara y Victor Morales Zapata.
“A mi parece que un presidente de la Corte que diga que lo indujeron al error, en lo que es un trabajo mínimo, es lamentable, entonces que se puede esperar a futuro. Él tuvo más responsabilidad porque a él se le había entregado el expediente y al final todos fueron valorados por igual, a mi parece que él tiene mas responsabilidad porque supuestamente es quien hace el estudio”, añadió.
Para la funcionaria, lo más lamentable en este caso es que se perdió la confianza y la credibilidad que había en la Sala Tercera y en la misma Corte, por lo que para ella la única solución es cortar de raíz, es decir, volarse a todos los magistrados de esta sala.
A la molestia de Muñoz también se sumó la Asociación Costarricense de Juezas, que consideran que se dio un trato distinto en la aplicación del Régimen Disciplinario para la cúpula del Poder Judicial.
Pedirán cuentas
La ANIC, por medio de su Secretario General, indicó que la manifestación de este viernes es apenas el primer paso de una serie de acciones que van a tomar para que se explique con claridad por qué fue que 10 magistrados se opusieron a que sus compañeros fueran suspendidos.
“Estamos pidiendo cuentas de lo que se discutió ese día al calor de la sesión, no podemos tener acceso a la votación porque es secreta, pero si a la discusión que hubo antes”, dijo Rodríguez.