El estar encerradas no le quita la ilusión a un grupo de 30 reas de la cárcel Vilma Curling, mejor conocida como el Buen Pastor, de formar una orquesta sinfónica y así poder darle un nuevo rumbo a sus vidas.

Para cumplir este sueño, las mujeres, incluso, se dieron a la tarea de construir unas guitarras de cartón que son las que usan para ensayar y quemar fiebre dentro de sus módulos.

Estas privadas de libertad forman parte del proyecto “La música libertad del alma”, que es dirigido por José Gregorio González Sánchez, un profesor de música venezolano.

“Están superanimadas, incluso, hace unas semanas como no pudieron llevarse los instrumentos a los módulos ellas mismas crearon guitarras con cartón y les pusieron cuerdas nylon para seguir ensayando, entonces, ahí se ve la iniciativa y las ganas de ellas de querer de salir adelante con este proyecto”, contó González.

Don José Gregorio explicó que este programa artístico, que inició el 2 de julio de este año, tiene como fin crear una orquesta sinfónica, por eso, es que ya se pusieron las pilas para dar los primeros pasos, como por ejemplo, crear un coro.

“Uno ve la necesidad de estas personas, cuando están aquí la gente de afuera piensa que son vándalos y que nunca van a cambiar y no es así, uno tiene que quitarles esa marca, y cuando uno empieza a tratar con ellas se da cuenta que son igual que nosotros, solo que no han tenido ese apoyo o esa guía y esa es la parte que lo llena a uno, decirles que sí pueden cambiar”, contó el profe.

Más que cantar

González explicó que el primer paso para crear una orquesta es formar un coro, pero mencionó que las reas están tan entusiasmadas con esta oportunidad que de una vez quisieron ir más allá del canto, por eso, es que ya muchas dan los primeros pasos con instrumentos musicales.

De momento, ya hay 12 reas que tocan guitarra, dos que le hacen al saxofón, dos con flauta traversa, dos en percusión (tambores) y tres en piano. Además, ya están aprendiendo a leer partituras musicales.

Aunque ensayan a diario de 8:30 a.m. a 11 a.m. y de 2:30 p.m. a 3 p.m., es tanta la emoción que sienten estas mujeres que el tiempo no les alcanza, por eso decidieron crear sus propias guitarras para seguir mejorando sus destrezas.

El profe explicó que aún les hacen falta muchos instrumentos, por lo que aseguró que cualquier donación será bien recibida, incluso, guitarras dañadas, ya que estas reas son tan cargas que pueden repararlas.

Bien aplicadas

José Gregorio contó que llegó al país a mediados de este año con el fin de promover este proyecto que le dio muy buenos resultados en Colombia. Además, dijo que decidió comenzar en el Buenpa porque según su experiencia las mujeres suelen ser más aplicadas que los hombres.

“Me vine para acá y planteé el proyecto a la directiva de la institución y un proyecto de estos es bastante viable, entonces, quise arrancar con mujeres porque para mí es más dócil y más suave trabajar con ellas, aunque algunos digan que no, pero es mas fácil el trabajo con ellas”, dijo.

Eso sí, el profe aseguró que su intención es llevar este proyecto a todos las cárceles penales del país, de hecho, ya esta viendo como hace para abrir un espacio en la cárcel juvenil del Zurquí.

“La idea de este proyecto es ampliarlo con el favor de ellos (Ministerio de Justicia) y llevarlo a la cárcel de menores, para así ayudar por estas dos ramas, la mujer por el lado materno y los chicos sacarlos de ese mundo de vicios, de drogas y encaminarlos por la música”, indicó.

Cambio notable

Para el profe lo que más le llena el corazón es ver como por medio de la música estas mujeres se olvidan por unos momentos que están dentro de una cárcel y empiezan a soñar e ilusionarse con empezar de nuevo sus vidas.

“Su comportamiento cambia cuando están dentro el programa porque gracias a las responsabilidades que adquieren, así como seriedad y disciplina, empieza a haber armonía entre ellas mismas, ya aquí ves como comparten y como se ríen”.

González dijo que él solo tiene un único requisito para las que quieran unirse al grupo: tener un buen comportamiento y muchas ganas de aprender.

Aunque don José Gregorio dijo que no sabe para cuando estaría lista la orquesta sinfónica, sí dijo que van con buen ritmo, pues ya tienen el coro y es cuestión de tiempo para que formen la estudiantina, que es la última etapa antes de darle forma a la orquesta.