Fiscalía pide 3.154 años de cárcel para banda sospechosa de asesinatos y robos en Puntarenas

Una banda sospechosa de cometer asesinatos y violentos asaltos a casas en Puntarenas podría recibir una pena de 3.154 años, esto sumando las condenas a las que se enfrentaría cada uno de los miembros de ese grupo.

Así lo pidió la Fiscalía Adjunta contra el Narcotráfico y Delitos Conexos al Tribunal Penal de esa provincia.

En el juicio están señalados como sospechosos nueve hombres y la solicitud de las altas penas la realizó el fiscal durante la fase de conclusiones. Será esta semana que se dicte la pena, pues todavía falta que los defensores de los imputados den los argumentos por los que consideran que sus clientes no deben ser sentenciados por la lista de casi 30 delitos, eso se haría este martes.

Los sospechosos son de apellidos Calderón Manzanares, Zúñiga Rivera, Bertarioni Cabrera, Angulo Méndez, Cordero Morales, Montoya Mellado, Portuguez Gabuardi, Álvarez Ledezma y Scott Arrieta.

Aunque la pena es de miles de años, solamente es representativa, pues la pena máxima que puede descontar una persona, según la ley, es de 50 años.

Según la acusación presentada por la Fiscalía, los hechos ocurrieron entre diciembre del 2015 y el 30 de noviembre del 2016, en las zonas de Sardinal, cerro Chompipe, Esparza, Barranca y Punta Islita.

“Según la prueba recabada durante la investigación, los imputados conformaron una organización criminal dedicada a cometer robos en casas, donde utilizaban métodos violentos para lograr lo planeado y, de ser necesario para ellos, daban muerte a las víctimas para conseguir apoderarse de los bienes", explicó el Ministerio Público.

Los implicados de apellidos Zúñiga Rivera, Calderón Manzanares y Angulo Méndez, son señalados por el homicidio de los holandeses Johannes Snelders (conocido como Hans Snelders), su esposa, Kawitadevi Dhawtal (conocida como Sita Dhawtal) y el capataz nicaragüense Richard Abenor Montalbán, ocurrido el 27 de diciembre del 2015 en la finca La Flecha, en Sardinal de Puntarenas.

Los cuerpos fueron localizados hasta el 4 de enero del 2016. Estaban maniatados con cinta plástica y tenían varios balazos. Snelders también presentaba heridas de arma blanca. Para las autoridades judiciales el móvil del asesinato fue el robo, pues en la vivienda faltaban varios objetos de valor.

Los holandeses se dedicaban a la plantación de árboles dentro de la finca donde fueron asesinados.

Incluso, en febrero del año pasado, la familia de la mujer realizó un ritual de costumbre india para, según ellos, liberar el alma de la mujer que murió de forma violenta.

El ritual consistió en cremar el cuerpo de la fallecida y luego lanzar sus cenizas sobre la tierra. La segunda parte de la ceremonia fue en el lugar del homicidio, fue una actividad que duró cerca de 15 minutos, en la cual encendieron inciensos y unas velas. Además, utilizaron aguas especiales que trajeron del río Ganges, el más sagrado para los hindúes. Según la creencia, la mujer renacerá en algún animal o lugar.

Además, en el juicio también le están pasando la “factura” a los sospechosos de apellidos Bertarioni y Montoya por disparar contra los agente del OIJ cuando los iban a capturar. Un oficial de la Unidad Especial de Intervención (UEI) recibió un plomazo en su pierna izquierda y otro en el tórax, el cual quedó incrustado en el chaleco antibalas. Él fue trasladado al hospital en condición estable.

Al grupo también lo asocian con un robo de motores en Islita de Puntarenas, donde dispararon contra varias personas.

Las audiencias del juicio se han mantenido bajo fuertes medidas de seguridad.