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Miguel Ángel Escribano, esposo de la turista española Arantxa Gutiérrez, asesinada en Tortuguero, dijo que desde que llegaron a Costa Rica nunca les dijeron que Tortuguero era una zona peligrosa, ni siquiera en el hotel donde se hospedaban.
El español dijo que desde hace dos años habían planeado con mucha ilusión el viaje a Costa Rica, pero nunca se imaginaron que el sueño que querían vivir se convertiría en una pesadilla de la que ya no podrían despertar.
“Todo el mundo nos decía que Tortuguero que era un lugar muy seguro, en el que nunca sucedía nada. Todo el mundo nos decía que era una maravilla. Incluso el hotel (Laguna Lodge Tortuguero) no tenía ningún aviso puesto, no nos avisó de nada, después de la tragedia nos venimos a enterar de algunas cosas”, explicó.
Escribano aseguró que detrás de esta tragedia solo hay un culpable y es el asesino, por eso pidió a las autoridades que no descansen hasta que este hombre sea condenado por lo que hizo, ya que se lo deben a ellos y a todos los españoles que visitan Costa Rica.
Aunque solo responsabiliza al asesino por la muerte de su amada, Miguel Ángel sí dejó claro que hay falta de información para el turista, de manera que pueda estar al tanto de los peligros que existen en el lugar donde disfruta de sus vacaciones.
“Queremos seguir viniendo y vamos a venir y no nos importa que haya riesgos en el país pero avísennos para que tomemos nuestras precauciones, si no se puede salir de un hotel no saldremos y si tenemos que salir acompañados pues salimos acompañados y si tenemos que salir con una pistola que nos lo digan y salimos con una pistola”, mencionó.
Miguel Ángel agradeció la ayuda que ha recibido de las autoridades así como los mensajes de apoyo que han recibido desde España y Costa Rica, además dio un último mensaje para toda la sociedad tica.
“Queremos a las mujeres vivas, las queremos iguales, dignas y con orgullo, permítanlo. Costa Rica permítanlo, cuiden a sus mujeres, a su gente”.
El español habló en compañía de los padres de Arantxa, Pilar López Hernández y José Gutiérrez Marín y Pilar Gutiérrez López, hermana de la víctima.
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