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Lucas Robleto salió este lunes muy temprano de su casa para pasar por su sobrino porque habían quedado en ir a hacer un brete juntos, pero al llegar al cuarto del muchacho Lucas se topó con la amarga sorpresa de que su sobrino había sido asesinado de varias puñaladas.
El crimen fue descubierto a eso de las 9 a.m. en la comunidad de San Francisco en Barra de Tortuguero, Pococí.
El cadáver estaba dentro del pequeño cuarto hecho con latas de zinc y madera en el cual vivía Keylor Antonio López Robleto, de 18 años.
Según trascendió, Lucas fue a buscar a Keylor porque habían quedado en que irían a hacer arreglos en un techo. Cuando Lucas llegó al cuarto observó que la puerta estaba forzada, se asomó y vio a su sobrino boca abajo sobre un colchón y sangre alrededor.
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Los investigadores del OIJ que analizaron la escena confirmaron que el cuerpo presentaba siete puñaladas, la mayoría en la espalda, pero destacaron una en el cuello. Es fue la que le habría costado la vida.
Don Lucas les contó a los agentes judiciales que su sobrino tenía cerca de 15 días de vivir en esa comunidad, pues él era de San Carlos y había llegado para trabajar con él, por eso que se estaba quedando en ese cuartito.
Descartan robo
Aunque de momento se desconoce el motivo por el cual López fue asesinado, los investigadores fueron muy claros al decir que no se trataba de un robo.
Los especialistas llegaron a esta conclusión debido a que dentro de una bolsa del pantalón del muchacho encontraron ¢52 mil en efectivo y tenía un anillo de plata en un dedo.
Un grupo de vecinos entrevistados por el OIJ contaron que pasada la medianoche escucharon un escándalo y golpes, por lo que presumen que pudo ser a esa hora que ocurrió el ataque.
Una fuente judicial indicó que uno de estos vecinos vio a Keylor fuera de su cuarto con otro sujeto, a quien también vieron yéndose de ese lugar un par de horas después.
También se dio a conocer que los investigadores decomisaron la ropa que llevaba López unas latas de cerveza que estaban en el cuarto.
Para sacar el cuerpo los agentes tuvieron que subirlo a un avioneta en el aeropuerto de Tortuguero para llevarlo hasta Guápiles, donde cambiaron de avión para llevarlo hasta Base 2 en el aeropuerto Juan Santamaría y de ahí al complejo forense en San Joaquín de Flores.
