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La compañía Ad Astra Rocket, presidida por el astronauta Franklin Chang Díaz y en la que se perfecciona el motor de plasma, llora la muerte de Carlos Alberto Martínez, de 30 años.
Martínez había aprovechado la oportunidad que le dio el científico en el 2006, pero el destino le arrebató la vida el pasado sábado cuando fue impactado por un rayo en el famoso cerro Pelado en Cañas, Guanacaste.
El fallecido era conocido por todos sus amigos como Carlitos y lo habían bautizado como “el pupilo de Chang”.
Carlitos trabajaba en una gasolinera como pistero, pero en el año 2006 el astronauta decidió darle la oportunidad a algunos jóvenes guanacastecos para que trabajaran con él. Los elegidos tenían que tener muchas ganas de estudiar, Martínez, oriundo de La Pita, una comunidad de Nandaime, en Granada de Nicaragua, era todo un ejemplo en eso.
En el 2015 ese empujón le permitió graduarse de Informática Empresarial en la UCR, en aquel momento el mismo Chang escribió un artículo que fue publicado en La Nación para felicitarlo y reconocer sus esfuerzos.
Además, a Carlitos, desde el 2009, Ad Astra lo entrenó como técnico en metalmecánica, aprendió inglés y sus destrezas en diseño y manufactura lo llevaron a incorporarse al equipo del laboratorio en Houston, Estados Unidos, donde se fabrica una pieza de alta tecnología (magneto interino) para el motor de plasma.
Según los allegados de Martínez, fue una persona humilde y un ángel para sus amigos hasta el último día de su vida.
En La Teja le consultamos a Miranda Chang, especialista de comunicaciones globales de Ad Astra Rocket, sobre la muerte de Carlitos; sin embargo, ella indicó que este lunes el equipo estaba fuera de la oficina y era imposible contactarlos.
Quien sí expresó su tristeza por la muerte de este luchador fue Ronald Chang, hermano del astronauta.
“Querido Carlitos, deseamos decirte que nunca te vamos a olvidar. Tu partida nos tiene muy conmovidos y no soportamos el dolor de no tenerte más con nosotros... Hiciste una marca que nunca se borrará con tu gran carisma, inteligencia, alegría y sobro todo el gran amor que nos expresaste. Mi familia mantendrá tu luz encendida por siempre en nuestros corazones. Hiciste de este mundo un lugar mejor con solo existir”, escribió Ronald en su cuenta de Facebook.
El rayo sorprendió a Carlitos cuando había subido hasta la cima del lugar con una amiga. En ese momento comenzó a llover con rayería y, pese a que decidieron bajar, una descarga los alcanzó. Él es la quinta víctima de un rayo en lo que va del año.
Doña Ana Castro, allegada de Carlitos, aseguró que están muy tristes por la muerte de un hombre que fue ejemplar y muy servicial.
Marcela Montero, amiga de la víctima, aseguró que hay pocas personas que dejan una huella como la que él dejó.
“Yo lo conozco desde que trabajaba en la bomba, cuando a él le ofrecieron la ayuda para estudiar tuvo mucho miedo, porque el dinero apenas le alcanzaba para vivir, pero la oportunidad le cambio la vida y él le sacó el jugo. Él tenía un compromiso de retribuir la oportunidad que le dieron y era muy feliz con lo que hacía, valoraba la oportunidad, era un ser especial, de esos que te enseñan que no importan las circunstancias en que vivas, si luchas por lo que quieres sales adelante. Se sentía afortunado, no entiende uno algunas cosas que pasan, pero queda el recuerdo que en estos últimos años se sentía satisfecho”, dijo Marcela.
Martínez fue velado este lunes en Liberia por su familia y compañeros, este martes lo sepultarán en las Américas de Upala.
