El famoso ‘doctor’ Óscar Rojas se sentará el próximo lunes en el banquillo de los acusados como sospechoso de intentar matar a la mamá, Sonia Chacón.
Según confirmó el departamento de prensa de la Corte Suprema de Justicia este viernes, el debate se llevará a cabo en los Tribunales de San José, pero aún no se sabe en que sala.
La Teja contactó al reconocido nutricionista para conocer su versión sobre las acusaciones y él dice que irá al juicio a defender su nombre y asegura que los cargos de intento de homicidio son falsos. Rojas sostiene que no hay pruebas contra él que sostengan la acusación del Ministerio Público.
Además de tentativa de homicidio calificado, la Fiscalía le atribuye al especialista en pérdida de peso los delitos de agresión con arma, daños, incumplimiento de medidas cautelares y resistencia a la autoridad.
Estuvo preso
Por este mismo caso, Rojas estuvo preso en la cárcel de San Sebastián dos meses, descontando prisión preventiva.
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Este novelón empezó el lunes 19 de febrero. Según consta en el expediente judicial, ese día Rojas llegó a la casa de los papás, en San Francisco de Dos Ríos, y armó un alboroto.
El propio Óscar reconoció días después en un video publicado en su cuenta de Facebook, que el día del pleito estaba tan enojado que empezó a patear paredes y a quebrar vidrios.
Los papás del especialista se asustaron y llamaron a la Policía, por lo que los oficiales lo arrestaron y lo llevaron a la Fiscalía. Luego de una audiencia de solicitud de medidas cautelares, un juez le ordenó no amenazar, agredir o perturbar por cualquier forma o medio a los ofendidos y testigos de la causa y, además, le prohibió acercarse al lugar de los hechos, a una distancia de un kilómetro, por un plazo de tres meses.
Pese a eso, Rojas llegó dos veces a la casa de sus papás, incumpliendo así las medidas cautelares impuestas por el juez y eso hizo que lo metieran preso.
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Renovado
Días después de salir del centro penitenciario Rojas publicó un video en las redes sociales en el que decía que mientras estuvo encerrado conoció a Dios y se comprometía a nunca más cometer una malacrianza como la que lo metió en el problema judicial en el que está.
Desde entonces el nutricionista ha estado trabajando de lleno en sus clínicas de pérdida de peso y además, se casó con una de sus trabajadoras.