María Fernanda Guevara Leal es una de las guapísimas colachitas azules de la Fuerza Pública, pero además es una valiente policía que combate a la delincuencia y es una de las pocas mujeres oficiales que anda en motocicleta.
A ella le toca, al igual que a sus compañeros, el rudo brete de proteger a la ciudadanía; sin embargo, estos días por ratitos ha cambiado su uniforme y su moto por un lindo traje de colachita, botas, globos y golosinas.
“Pedí que me dieran la oportunidad de estar en el grupo de las colachitas, apenas me dijeron que sí me mandé hacer el traje y me compré todo lo demás, fue una alegría tan linda para mí porque tengo un hijo de seis años y en estas fiestas los policías compartimos con los niños de distintas comunidades, es un acercamiento entre nosotros y ellos, para que no piensen que la policía es solo represiva”, comentó la valiente de 24 años.
En estos días, María ha participado en varias fiestas en La Isla de Chira, Monteverde, en Alajuelita, también en el desfile de Puntarenas y en El Roble de Puntarenas.
“En estas actividades que llegamos a comunidades muy humildes les enseñamos a acercarse a los policías sin miedo, ellos ven nuestro lado amable y cariñoso, aprenden que pueden confiar en nosotros si algo les está pasando, que nos pueden contar para ayudarlos. La verdad es que la pasamos lindísimo, es una experiencia que solo ser policía lo da”, relató la oriunda de Puntarenas.
María ve en cada carita de los niños con los que comparte el rosto de su hijo Ián Santiago, por eso cada día asegura dar lo mejor de ella para que su pequeño, quien dice que será policía como su mamá, se sienta muy orgulloso.
Guevara nos contó que ella tiene año y medio de ser policía, de hecho en el Ministerio de Seguridad Pública nos dijeron que la respetan mucho y la admiran por su valentía de andar en moto.
“Para mí ser policía es un sueño logrado, desde que yo tenía 15 años era un anhelo. Para mí los policías significan respeto, yo los veía así y con mucho admiración, me parecía maravillosa su preocupación por cuidar a los demás. Claro, mi mamá siempre me decía que policía no, le daba mucho miedo”, dijo la joven.
Sin embargo, María no dio tregua y apenas pudo se metió a llevar el básico policial y desde el 16 de febrero del 2017 es la oficial Guevara.
“Me encantan las motos y desde los 20 años aprendí a manejar y la verdad es que soy muy buena. En la policía me mandaron al Centro de Atención Policial para que hiciera la prueba de motorizada y me fue muy bien. Primero estuve de oficial de guardia en la delegación Metropolitana y luego ya me dejaron andar en la moto, incluso fui encargada de grupo”, comentó.
Ella tenía que trabajar lejos de su casa en Puntarenas, por lo que nos contó que siempre pasaba pulseando para que la mandarán a trabajar a la provincia de sus amores y así poder estar con su chiquito.
"En junio se me hizo, yo iba en la patrulla y me avisaron que me habían trasladado a la delegación de Barranca, me emocioné tanto que pegué un grito y casi me pongo a llorar, es que fue demasiada la emoción el saber que estaría cerca de mi casa y también podría cuidar a la gente que uno tanto quiere, aunque no la conozca”, dijo María.
Ella asegura que cuando estuvo en San José vio como a cuatro compañeras que eran motorizadas, pero en el puerto ella es la única.
“Es muy duro el trabajo en la moto, pero muy bonito, yo sé lo que es custodiar un carro que lleva droga durante 26 horas seguidas en una ruta de Puntarenas a San José y luego a Quepos y después a Puntarenas, sin poderme detenerme ni un segundo, pero todo vale la pena”, dijo la primer oficial en su familia.
Eso sí, nos rajó diciendo que por dicha nunca se ha llevado un susto en la moto y fuera de su trabajo anda solo en carro porque le da miedo andar a su hijo en una bicha.
Esta oficial nos contó que su misión siempre será cuidar a la ciudadanía y ser una oficial honesta, de las que se les nota el amor por su brete.
Ella anhela termina ganar el examen de Matemática de Bachillerato para meterse a la universidad a estudiar Educación en biología.
Está mamá, policía y colachita azul celebrará está Navidad junto a su familia, aunque asegura que siempre está lista por si la necesitan en la delegación.