“Bruce Willis”, el valiente taxista que sobrevivió de puro milagro a una lluvia de balas en una calle de San Francisco de Dos Ríos, ha tenido que hacerle frente a una lista interminable de pruebas y dificultades, desde aquel momento aterrador.
Este hombre, de 45 años, se prepara para relatar todo lo que vivió aquella mañana del viernes 9 de octubre del 2015 en los Tribunales de San José. En este tiroteo murió asesinado el limonense Dennis Patricio Omier Taylor, alias “Tupac”. La novia del fallecido resultó herida de gravedad al igual que Bruce, quien no tenía nada que ver con el asunto y tan solo intentaba ganarse el arroz y los frijoles.
Aunque su taxi quedó como un colador, el taxista (su nombre se reserva por motivos de seguridad) solo recibió dos plomazos, una en la espalda y otro en el brazo derecho, pero las secuelas por las heridas han sido un calvario para él.
La Fiscalía Adjunta contra Narcotráfico y Delitos Conexos afirmó que la audiencia para este caso se realizó el viernes 31 de agosto anterior, día en que el juzgado acogió la solicitud de juicio y definió que se llevará a cabo entre el lunes 19 y el miércoles 28 de noviembre.
Por estos hechos juzgarán a seis personas y en el debate participarán siete testigos del Ministerio Público, entre ellos dos investigadores judiciales y un analista criminal.
Los acusados fueron detenidos el martes 17 de enero del 2017, gracias a nueve allanamientos realizados en San José, Puntarenas y Limón. Los investigadores determinaron que “Bruce” no era el objetivo de la balacera, sino “Tupac”, a quien habían intentado asesinar siete meses antes del ataque que acabó con su vida.
Un guerrero de vida
El sobrenombre de “Bruce Willis” se lo pusieron los doctores del hospital Calderón Guardia al relacionarlo con el actor de la famosa saga de la película “Duro de matar”. Ellos quedaron sorprendidos de que siguiera con vida después de ver los daños que le causaron las balas al taxi.
“He sufrido mucho después de eso y Dios es el único que nos ha ayudado, así como la familia y las personas de buen corazón, pero ha sido difícil”, expresó el sobreviviente.
Bruce sobrevivió, pero debido a las heridas su vida cambió por completo, ya que ahora no puede ni alzar una bolsa de arroz de cinco kilos, lo cual le ha complicado la existencia. Antes de la balacera se la podía jugar con otro trabajito en caso de que no le fuera bien como taxista, pero debido a las heridas perdió la fuerza en su brazo, ya que una de las balas le despedazó el húmero (hueso entre el hombro y el codo) por lo que debieron ponerle una platina. Otro de los plomazos le rozó la boca.
Bruce estuvo más de cuatro meses incapacitado, por lo que no pudo pagar a tiempo las cuotas del carro que usaba como taxi.
El chofer cuenta que aún con dolor y quizás un poco de miedo volvió a las calles para seguir llevando lo básico para la casa; sin embargo, ya estaba tan atrasado con las cuotas que el dueño del vehículo se lo quitó.
“Recuerdo que después fui a dar el pago del carro, pero me dijeron que estaba tan atrasado en las cuotas y que ya no se podía hacer nada. Tuve que sacar las llaves de la casa del llavero y me devolví a pie. He llorado porque sufro las consecuencias de algo que nunca busqué, ese día como cualquier otro, salí a trabajar de manera honrada y estuve frente a frente con la muerte”, recordó.
Bruce confesó, con un gran dolor en el alma, que en ese momento solo pudo decir: “Si no morí el día que debía morir (el 9 de octubre) por el atentado tampoco voy a morirme ahora, algo haré para seguir adelante con mi familia”, mencionó.
Bruce sacó varios préstamos para tratar de arreglar su situación económica, pero al final quedó a pata y endeudado.
A pesar de las graves lesiones y de los dolores que sufre a diario, a Bruce se le complicó más la situación, ya que no le dieron pensión y tampoco cuenta con los medios para buscar un abogado que lo ayude con esos trámites.
¿Por qué el atentado?
De acuerdo con las autoridades, el ataque ocurrió porque Tupac, al parecer, estaba vinculado con casos de sicariato y tráfico de drogas. Incluso los investigadores dijeron que se ofreció el pago de ¢100 millones por la cabeza de Tupac.
Autoridades determinaron que la bronca se originó en el 2015, cuando al parecer el líder, de apellido Robinson y conocido como Cap Cap, sufrió un atentado del que luego se vengó.
Los pistoleros dieron con el paradero de Tupac después de seguir a la novia de este. El día del ataque, los dos se dirigían a una cita médica en San José, ya que la mujer tenía pocos días de haberse hecho una liposucción.