Una bebita de un año y dos meses que luchaba por su vida en el Hospital Nacional de Niños falleció el lunes en la noche.
La pequeña había sido llevada por la mamá y el padrastro el 5 de diciembre al Hospital William Allen Taylor, en Turrialba. Los adultos habían indicado a los médicos que la bebé se había caído.
Sin embargo, el “ojo” de los doctores les permitió darse cuenta de que estaban ante una posible agresión.
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La chiquita tenía golpes en la cabecita y la carita y fracturas en los brazos, las piernas y las costillas. Los doctores pidieron la intervención del OIJ y la trasladaron al Hospital Nacional de Niños para que la vieran especialistas y le realizaran más exámenes.
El director interino de ese centro médico, Carlos Jiménez Herrera, dijo a La Nación que la pequeña ingresó en condición muy grave.
“Se encontraba en Cuidados Intensivos desde que ingresó hace una semana, aproximadamente. Ahora el caso está en manos de la Fiscalía”, afirmó Jiménez.
La madre de la bebé, de apellidos López Leiva, y el padrastro, apellidado Quirós Torres, fueron detenidos el mismo día que la llevaron al hospital y el Juzgado Penal de Turrialba les puso seis meses de prisión preventiva. Por la muerte de la bebé ahora son sospechosos de homicidio calificado, un crimen cuyas penas van desde los 20 a los 35 años.
La niña y los sospechosos vivían en Pavones de Turrialba.