Ender Rafael García Soto, sargento activo del Ejército Nacional de Colombia fue acusado el viernes pasado de participar en el secuestro y asesinato de los costarricenses Carlos Alberto Morales Obregón y Omar Fernández González.
Según informó el diario El Tiempo, García integraría una banda criminal junto con tres personas más, identificadas como Nomael Cortés, Luis Alberto Cano Zuñiga y Miguel Ángel Prieto Becerra.
Los cuatro son sospechosos de los delitos de homicidio agravado, tortura agravada, concierto para delinquir (asociación ilícita), secuestro extorsivo agravado, porte ilegal de armas agravado y hurto calificado.
Las autoridades colombianas informaron que los acusados habrían secuestrado el pasado 24 de febrero pasado a los ticos mientras estaban de visita en Bogotá. Luego extorsionaron a sus familiares.
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De acuerdo con la investigación, los turistas fueron torturados y asesinados, y aún después de eso la banda seguía cobrando dinero a sus familiares.
“Se hallaron los cadáveres el tres de marzo y encontramos que esta red había reclamado dinero el once de marzo”, detalló la fiscal a cargo del caso.
Los cuerpos fueron enterrados en fosas comunes del municipio de Silvana, Cundinamarca.
Los familiares de las víctimas habrían enviado desde Costa Rica más de $3.000 (unos 18 millones de colones) por medio de consignaciones a nombre de los integrantes de la banda.
Tareas claras
El sargento del Ejército Nacional de Colombia era el encargado de coordinar el hecho delictivo, acercarse a las víctimas para luego llevarlas al lugar de cautiverio donde fueron torturadas y asesinadas.
Nomael Cortés era quien custodiaba a las víctimas en cautiverio. Por su parte, Luis Alberto Cano Zuñiga era el que coordinaba los cobros de las extorsiones por el secuestro de las víctimas, además, está relacionado con la compra y venta de drogas; es conocido por el alias de Canuto, Canoso o El negro.
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Por último, Miguel Ángel Prieto Becerra, era quien recibía dinero que enviaban los familiares de los turistas, para ello usaba una identificación falsa para retirar la plata.
Entre las pruebas que la Fiscalía presentará para acusar a los imputados están las intervenciones de sus celulares, imágenes que los involucran, interrogatorios e informes de investigador de campo.
El medio de comunicación NC Radio informó que el próximo jueves se conocerá si los miembros de esta organización criminal son enviados a prisión preventiva.
Huellas confirmaron las identidades
Cuando hallaron los cadáveres estaban muy descompuestos, por lo que no podían ser reconocidos a simple vista.
Una vez que las autoridades colombianas relacionaron el caso con el secuestro extorsivo de los dos amigos ticos que andaban paseando en ese país, coordinaron con el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) el envío de las huellas dactilares de Carlos Alberto y Omar, y así fue como confirmaron las identidades.
Según detalló la Policía Judicial, los ticos eran comerciantes.