En San José ofrecen un chequeo similar a la revisión técnica vehicular, pero la pequeña gran diferencia es que los pacientes son personas y no vehículos.
Este particular servicio lo ofrece el médico Augusto Vega, doctor en Medicina de la Universidad de La Habana, él está incorporado al Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica.
Por eso visitamos al doc en su consultorio, ubicado frente al hospital San Juan de Dios, para someternos a esa especie de “Riteve” y así ver en qué consiste.
El aparato que hace la revisión técnica humana se llama Analizador Cuántico de Resonancia Magnética.
Ese aparato es una especie de computadora que se conecta a otra. Escanea la carga molecular del cuerpo y tarda como un minuto y medio para dar los resultados.
El especialista luego los interpreta para identificar posibles enfermedades del paciente.
El análisis arroja 245 resultados, distribuidos en 35 datos y un prediagnóstico. La máquina, incluso, ordena los resultados, el más urgente lo tira de primero y el menos importante de último.
En el caso del Riteve para los carros, se evalúan 64 rubros que corresponde a nueve grandes áreas.
La diferencia es que la revisión vehicular da un diagnóstico certero de cómo anda el chuzo, mientras que el del doctor Vega debe ser comprobado, ya sea por exámenes de sangre, de orina, heces, por observación del médico o por la prueba que clínicamente haga falta.
Tampoco vaya a pensar que sirve para curar, solo es para orientar el diagnóstico, básicamente para prevenir.
Paso a paso
Antes de empezar hay que dejar fuera el celular, llaves y otros metales, luego el doctor pregunta el nombre completo y la fecha de nacimiento.
Esta última es importante porque ubica al paciente en un rango predeterminado de contaminación magnética. Es decir, una persona de 60 años ha estado más expuesta que un joven de 15. La exactitud del aparato se ve influenciado por esos rangos.
Una vez que mete los datos a la computadora, empieza el escaneo del cuerpo humano mediante el analizador cuántico.
Cuando usted está sentado, le dan una especie de puntero que se llama Monitor Electromagnético y el doc le dice: “de ahora en adelante no se mueva, no hable, solo respire tranquilo”. Uno agarra con la mano ese monitor y lo coloca cerca del pecho.
Allí el sensor empieza a contar la carga electromagnética del organismo y la traduce en valores en la pantalla del analizador, que son interpretados por un médico que sepa de medicina biocuántica. El chequeo no duele, no suena, no huele. Luego de un minuto y medio aproximadamente, el doc le dice que es todo y enseña los datos.
Ese proceso puede tardar unos 20 minutos, pero toda la consulta se lleva tres horas, pues ese apenas es el primer paso. Vale ¢20 mil.
Con los datos en mano, Vega empieza a preguntarle al paciente si ha sufrido algún síntoma que esté relacionado con los datos que salieron con alguna alteración y que podrían indicar una enfermedad.
Por ejemplo, en mi caso me preguntó si tenía problemas de vista, como visión borrosa, pues aparecía una verruga en el ojo. Eso puede derivar en otros problemas.
Para confirmar ese diagnóstico hay que hacer un examen ocular, pero ya al menos se dio el respectivo aviso.
“El cuerpo humano está formado por una cantidad enorme de células. Las células de la sangre se renuevan constantemente a una gran velocidad. Estamos hablando aproximadamente de 60 millones por minuto”, dijo el doctor.
Añadió que esas células emiten ondas electromagnéticas que determinan si hay debilidad de algún órgano o enfermedades.
“El estado de salud de una persona puede ser analizado mientras las señales de dichas ondas puedan ser contabilizadas”, explicó.
Vega aseguró que el grado de confiabilidad de su examen es de un 93%.
Luego de eso y del posterior chequeo médico, empieza la curación del mal, mediante la medicina natural.
En veremos
El doctor Augusto Vega fue denunciado por la exministra de Salud María Luisa Ávila por usar métodos no reconocidos por el Colegio de Médicos y Cirujanos. El doctor respondió que la medicina natural no puede ser regulada por ese organismo porque este solo sabe de medicina química.
En el colegio no se refirieron al caso porque está en investigación y no pueden emitir criterio.
Ávila dijo, además, que el doctor está en contra de las vacunas. Vega se defendió y dijo que no es cierto.
Explicó que él le dice a los pacientes que las vacunas tienen efectos secundarios, que en algún porcentaje pueden ser peligrosos y que la Caja debe dar esa información al paciente y no lo están haciendo.
Ya veremos qué dirá el colegio sobre esta revisión vehicular para personas.