Varias fieles católicas cartaginesas le ofrecen cada año sus vestiditos a la Virgen en señal de agradecimiento por algún favor concedido y este 1 de agosto no fue la excepción.
Una de ellas fue doña Silvia Guzmán, vecina de El Tejar de El Guarco quien desde hace 11 años no se pierde una vestición de la imagen de la Virgencita de los Ángeles.
“El primer año vine con un embarazo gemelar de alto riesgo y con pocas posibilidades de llegar a término. Uno de mis bebitos estuvo 15 días muerto en el estómago y el otro nació con tan solo 29 semanas. Como prematuro tenía muchas posibilidades de sufrir secuelas motoras y de aprendizaje”, contó esta madre brumosa.
Pero estos pronósticos no fueron impedimento para la fe de doña Silvia quien aprovechó la oferta de un sacerdote que estaba en el hospital Max Peralta y le preguntó si quería que le bautizara a su bebé (José Pablo Molina), a lo que accedió y se lo ofreció a la Patrona de Costa Rica.
“Le dije que si me lo sacaba de esa con bien, se lo ofrecería en la primera comunión y así lo hice, incluso los recuerdos que repartí entre los asistentes fue un vestidito de la Virgen para que todos tuvieran el testimonio del milagro vivo que es mi hijo y de la fe que tenemos”, agregó Guzmán de 37 años.
Le midieron 5 vestidos
La mañana de este miércoles La Negrita estrenó el vestido con el que se lucirá en la fiesta en su honor de este 2 de agosto, cuya misa arranca a las 9 a. m.
Además, la prenda elegida por los obispos de Cartago Mario Quirós y el emérito José Francisco Ulloa, así como el arzobispo de Panamá José Domingo Ulloa, fue uno con el logo de la Jornada Mundial de la Juventud, que sirve para invitar a todos los fieles católicos a participar de la actividad que se llevará a cabo en Panamá entre el 22 y 27 de enero del 2019.
Cientos de romeros y fieles católicos se dieron cita en la plazoleta de la basílica para presenciar un año más de esta tradición, que arrancó a las 10:15 a. m.. En esta oportunidad fueron cinco los vestidos entregados en la oficina parroquial para este acto y todos fueron hechos por mujeres agradecidas por la intercesión de la virgen en algún milagro concedido.
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Como las ofrendas fueron anónimas, solo se supo que dos de ellas fueron hechas por costureras cartaginesas y uno vino desde Naranjo.
Especial regalo
Rosalita Sanabria, Marlene Cordero y Teresita Abarca tienen algo en común, ellas llegan cada 1 de agosto con varios vestiditos de la virgen para bendecirlos y regalárselos a personas enfermas para que salgan adelante con la ayuda de la patrona nacional.
“Vengo desde hace 18 años a agradecer por todo lo que nos ha dado, en especial desde hace seis años que sanó a mi hermana Rosa Alba Abarca de un cáncer de mama. Es una forma de llevar un rayito de luz a otras personas”, comentó Abarca.
Doña Rosalita es vecina de Santa Rosa de Oreamuno, Cartago y llevó 70 vestidos en agradecimiento a La Negrita porque hace cuatro años le sanó a su hija Marisol Quirós de un cáncer, ahora hace las prendas para donarlas a los enfermos.
“Regalaré 25 vestidos típicos a personas con discapacidad y traje otro especial bordado con el escudo libre de Costa Rica cuando fue declarada patrona de nuestro país”, contó Cordero.