Cuatro fantasmas han hecho de las suyas en las instalaciones del Colegio de Periodistas y una vidente logró sentir su presencia.

La investigación se dio en el 2015, cuando una periodista activa empezó a escuchar que los empleados decían que veían sombras, escuchaban pasos y otras situaciones que no tenían explicación. Esos hechos fueron captados en un audio y con una cámara fotográfica por un grupo de investigación.

La reportera pidió en aquella ocasión permiso al colegio para llevar a un grupo de investigadores, quienes en un día a realizaron el trabajo de campo.

La vidente Vanessa Alvarado pertenecía a dicho grupo en aquel momento y La Teja la contactó para que nos contara su experiencia.

Primero nos dijo que fue al lugar sin información previa, que es parte de los mandamientos a seguir en esos casos, para así no llegar prejuiciada.

“Apenas al llegar, hay unas gradas y dije que una de las manifestaciones que se dan es que alguien baja y sube las gradas muy fuerte, como diciendo voy por aquí”, comentó.

Ese primer fantasma, dice, probablemente era una persona que tenía un alto rango y percibió, además, que era algo arrogante.

“Era un señor de pelo canoso, elegante, de cara alargada, según lo que sentí, lo percibí como odioso”, comentó.

Continuaron el camino y entraron a una sala de reuniones y observó hacia una zona, donde había como una pilita de lavar trapos, y dijo que en ese lugar había un fantasma y que los estaba viendo. Pidió que sacaran fotos.

“Era un señor de condición humilde, como si hubiera sido jardinero o conserje. Me dio la sensación de que le gustaba mucho ese lugar”, recordó Vanessa.

Max Cordero, divulgador de misterios, tomó tres fotos hacia el lugar donde señalaba la vidente y en una de ellas salio un orb (anomalías visuales que salen inesperadamente en fotos y videos, suelen ser redondas y luminosas, normalmente se atribuyen a la presencia de un fantasma).

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“Cuando ella sintió la presencia, yo era el más cercano y tomé las fotos. En una sale el orb y aunque sé que pueden ser partículas de polvo, uno ya tiene experiencia en esto y camina despacio, por ejemplo, para que no suba el polvo. Lamentablemente la evidencia es escasa, pero desde ese momento yo supe que lo que veía ella era verdad. Me convenció, ella tiene esa sensibilidad”, comentó Cordero.

La misma Vanessa comenta que ellos saben distinguir bien entre partículas de polvo o basuras de un orb verdadero.

Dos más

Los jóvenes investigadores subieron luego al segundo piso y Alvarado volvió a sentir una presencia de energía, esta vez de una mujer joven, pero avejentada.

“Estaba como enferma, se tocaba el pecho. Sufría, me causó angustia. Su vestimenta era antigua, tipo de los sesentas”, explicó.

Algún tiempo después, contando la historia, a Vanessa le dijeron que antes de ser la sede del Colegio de Periodistas, ese edificio era una casa y los dueños tenían una empresa de mármol al frente de cementerio General.

“Esa persona a la que le conté la historia dijo que la muchacha había muerto de cáncer de seno”, dijo.

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Finalmente, cuando llegaron al auditorio sintió otra presencia, pero esa fue diferente, pues cabe la posibilidad que no haya sido un fantasma, solo energía residual. Explicó que eso se da cuando la personalidad es muy fuerte y la energía queda guardada.

“Era un hombre mayor, sentí que era como un locutor. Percibí que era de voz fuerte y le gustaba usar guayaberas”, dijo.

La vidente mencionó que desde el punto de vista psíquico definitivamente hay cosas que percibió.

Aunque la investigación fue hace algún tiempo, aún se siguen escuchando y viendo cosas que hacen creer que los tres seres fantasmales todavía son residentes en el edificio del Colegio de Periodistas.