Una buena nutrición es la base en medicina preventiva y terapéutica. Desequilibrios y deficiencias nutricionales pueden afectar el bienestar físico y mental del ser humano, lo mismo que a su sistema sexual y sus funciones,
El deseo y la aptitud sexuales del hombre y de la mujer sumado a la función normal de sus respectivos sistemas reproductores dependen hasta cierto punto de la calidad nutricia de los alimentos que se ingieren, por ejemplo, las hormonas son esenciales en el deseo y la capacidad sexual, La vitamina B1, tiamina, estimula indirectamente las glándulas sexuales por medio de su acción en la glándula pituitaria.
El zinc en determinadas proporciones es indispensable para la función de la glándula prostática, la vitamina E participa en la formación de glóbulos rojos y prevención de la oxidación de la vitamina A y las grasas estimula la producción espermática en el hombre se encuentra en germen de trigo, aceite de oliva, verduras de hojas verdes, en la calabaza en las semillas de girasol y leche.
La vitamina A ayuda en el mantenimiento de tejidos testiculares, y las membranas mucosas de los órganos de reproducción, algunos de los alimentos esenciales para el vigor sexual son, miel, leche, huevos, semillas de sésamo, algas marinas, aceite de hígado de pescado, aceite de germen de trigo y lecitina.
El fósforo es vital en el deseo sexual y se encuentra en semillas, granos y frutas secas.