En todo lado ocurren cosas a veces difíciles de creer y esta es una de ellas.
En las faldas del volcán Barva, específicamente en un lugar llamado Paso Llano, está dando qué hablar un enorme perro negro de ojos rojos y pelo fino que algunas personas han visto. Las apariciones se dan específicamente en el camino que va de Chagos a Paso Llano.
El extraño ser no ataca a pesar de que alguna gente se queda paralizada al verlo y eso lo sabe muy bien Sebastián González, un joven vecino al que le ha salido dos veces, una cuando iba solo y en otra cuando estaba acompañado por su papá, Heny González.
La zona de las apariciones es una cuesta rodeada de naturaleza con un río cerca, el volcán, muchos árboles, ganado y animales silvestres. Son pocas las casas y en la noche hay más oscuridad que luz.
Sebastián cuenta que la primera vez que le salió el bicho eran como las tres de la tarde de un día nublado y con amenaza de lluvia. En cuanto lo vio, el muchacho se puso pálido y se le apagó la moto, tuvo que hacer el trayecto a pie y apenas llegó a la casa le contó a su mamá la experiencia que había tenido.
“Era un perro grande, de ojos rojos, incluso bonito y se me quedó viendo. Pude avanzar, pero no podía quitarle la vista de encima, como que algo me pasó, no lo puedo explicar, sentí como un vacío y casi me caigo al bajo”, explicó Sebas.
Aun así pudo caminar unos 25 metros más y fue cuando se le apagó la moto y ya no pudo encenderla de nuevo. El perro se quedó mirando sin hacer intentos de atacar ni de seguirlo.
Las casas y las fincas en la zona son tan poquitas que los vecinos conocen a los perros ajenos y a cualquier otro animal domesticado que haya por ahí. Tienen claro que el perro negro no es de nadie.
Como al mes de ese suceso, también en la tarde, a Sebastián le pasó por segunda vez pero entonces iba con su papá en una microbús de la familia. Algo de lo más raro es que el vehículo falló exactamente en el mismo punto donde Sebastián había visto al animal tiempo atrás. No podía creerlo.
“Me pasó lo mismo, no podía quitarle la mirada al perro. Papá me decía que no lo viera a los ojos, pero no podía. Tuvo que ser él (don Henry) quien me volteó la cara", dijo el joven de 16 años.
Don Henry recuerda haber visto aquel día al perro, pero solamente unos segundos. Se ocupó más en que su hijo no lo viera fijamente.
Dos en uno
Don Henry afirma que él no le tiene miedo al extraño ser y que en otras ocasiones se lo ha topado, pero asegura que es blanco y está convencido de que este y el negro son el mismo.
Cuando lo vio era una noche con luna, había claridad. "Nunca me ha gustado bajar con foco e iba con un perro grande que era de mi suegro y que me acompañaba de Paso Llano a Barva. Al ir caminando de pronto me salió un perro enorme y quedé sorprendido”, explica.
Don Henry recuerda que el perro que lo acompañaba no hizo ningún mate ante lo imponente que era el otro animal, más bien hizo como a protegerse. “Seguí caminando, le pasé como a diez metros y se quedó viendo, pero no hizo nada. Es un perro precioso, con un pelaje lindísimo y una cara muy linda. Esa imagen se me quedó grabada en la mente”.
Hombres con poderes
La especialista en fenómenos paranormales y de misterio Vanessa Alvarado dijo que por las características del lugar y de los perros de los que hablan los testigos puede tratarse de un nahaul, que es el hombre con la capacidad de transformarse en animal, una virtud propia de los chamanes indígenas antiguos.
“Dentro de la tradición de los chamanes se dice que los perros son protectores del lugar donde se movilizan. Como que los indígenas eran muy celosos de su territorio y no querían que los blancos invadieran en el futuro ese lugar”, dijo Vanessa.
Explicó que el perro negro quiere decir que la gente no se tiene que acercar a cierta zona y el blanco es para dar un mensaje positivo. “Significa como que la persona es merecedora de recibir un mensaje de los dioses”, explicó.
Don Henry comentó que cerca de la curva donde aparecen los perros hay una enorme piedra y ha escuchado decir que los perros salen de allí.
Vanessa explicó que es la primera vez que escucha de los perros en esa zona de Heredia, pero detalló que hay relatos del mismo ser peludo en Puriscal, Alajuelita, Guanacaste, Esterillos y en el recién creado cantón de Río Cuarto.
Otra rareza
Don Henry, quien es oriundo de Santo Domingo de Venecia de Osa, nos contó que hace muchos años a él se le apareció de la nada un perro al que llaman Copito.
Ese ser acompaña a la gente que anda sola en la noche pero que es buena; por ejemplo alguien que fue a visitar a un enfermo o a hacer un favor y entonces Copito va con él. Si le quieren hacer daño a la persona a la que protege, Copito se hace grande y la defiende. Es más bien un guardián.