El cierre y principio de año siempre han sido de pura vista para la mayoría de los ticos: fiesta de tomadera, de comedera y de desajustes en los horarios de comidas porque comemos a cualquier hora y todo el mundo nos ofrece un gallito. Es por eso que la Caja le recuerda a los diabéticos tener mucho cuidado con los excesos en esas comilonas.
La nutricionista Grace Zúñiga Díaz y la enfermera Maricruz Ramírez Navarro, del Hospital Calderón Gurdia, explicaron que no quieren atender a pacientes descompensados por los desórdenes alimenticios que se realicen durante el fin y el principio de año y por lo tanto, solicitaron un alto nivel de compromiso con su salud.
La recomendación la hicieron en la durante la sesión de perseverancia y refuerzo que realizan constantemente a los diabéticos en el Calderón y que dura aproximadamente seis meses con sesiones de refuerzo.
Ramírez dijo que en esta época reciben pacientes en los servicios de Emergencia con glicemias muy elevadas, lo que pone en serios problemas su salud y produce contratiempos familiares y al sistema de salud y precisamente, lo que buscan con esta alerta es reducir el número de complicaciones.
Ambas profesionales insistieron en la necesidad de que los pacientes respeten las porciones de comidas que deben consumir y no se excedan para reducir las complicaciones que se pueden producir al alterarse o bajarse los niveles de azúcar en sangre.
Zúñiga Díaz destacó que no se trata de desarrollar una cultura del no, sino de respetar y seguir las recomendaciones que se le ofrece durante todas las sesiones. Lo que pedimos es que se siga una alimentación saludable, sin abusos, sentenció.
Por ejemplo, fueron claras que el paciente diabético puede consumir un tamal pequeño, preparado con grasas que no sean saturadas y con olores y especies naturales como el orégano, el tomillo, el ajo, el romero, entre otros.
Eso sí pidieron a los diabéticos no consumir queques, rompope ni licores por la gran cantidad de azúcares simples que tienen estos productos son típicos de esta época del año.
Insistieron en que la clave del control del paciente diabético está basada en educación, el ejercicio, el plan de alimentación y el adecuado consumo o administración de los medicamentos y no puede fallar, por eso dijeron que no hay diabetes buena o mala, sino malos y buenos pacientes que siguen al pie de la letras todas las recomendaciones.
Recordaron que las cosas que pueden subir los niveles de azúcar en sangre pueden ser los siguientes:
Comer demasiado.
No usar bien los medicamentos.
Presencia de infecciones.
El estrés es uno de los peores enemigos.
El azúcar se baja por diversas razones, entre ellas:
No aplicación adecuada de tratamientos.
Brincarse tiempos de comida.
A más cantidad de grasa abdominal, mayor riesgo de resistencia insulínica.
Unas de las broncas que están teniendo los especialistas es que los pacientes están engañando a los médicos y no cuentan todo lo que hacen. Por ejemplo, la víspera del examen se cuidan para que los exámenes no salgan alterados y en algunos casos mienten por lo que el médico no todo el tiempo puede actuar.
Las especialistas recordaron que la diabetes es una enfermedad crónica que afecta diversos órganos y que produce una serie de complicaciones cardiacas, renales, vasculares, oculares, entre otras.
Se estima que en Costa Rica cerca del 700 mil personas mayores de 20 años tiene diabetes y es una enfermedad que crece y crece en todo el país, según la última encuesta de riesgo cardiovascular. Las especialistas insistieron en los pacientes en que nada cuesta cuidarse y más bien se gana mucho, puesto que se reducen complicaciones.