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Los pacientes de la Caja que necesiten anteojos contarán con más protección para su vista a partir de ahora.
Resulta que el laboratorio óptico de esa institución, el cual celebró este viernes 45 años de ponerle anteojos a los ticos, realizó varios cambios que beneficiarán a los asegurados.
Este laboratorio va a incluir en su oferta de productos los lentes que se oscurecen según la luz y el antireflejo, una protección necesaria para las personas que usan las computadoras, celulares, televisiones, tabletas, entre otros dispositivos digitales, o sea, casi que todo el mundo.
Esto lo confirmó Paola Alfaro, jefa de producción de este laboratorio, quien aseguró que se busca darle a los asegurados lentes que los hagan sentir bien y que sean más seguros hasta para los niños, una población que destaca entre los que consultan los servicios de la Caja.
Adicionalmente, desde el 2017 esta división está comprando nueva tecnología para cubrir la demanda de este laboratorio, por lo que están usando materiales modernos que sustituyan a los que se usaban tradicionalmente, como el vidrio.
Para esto están buscando proveedores que les suplan los materiales con buenas condiciones, dado que este centro tiene un sistema de pago en el que el usuario debe cancelar una suma de alrededor de ¢5.000, que va a las cuentas institucionales.
En la actualidad se entregan unos 66.000 anteojos por año en promedio, de los cuales el 40% se hacen el examen en una clínica privada y luego van a pedir los lentes al sector público.
El equipo lo conforman 17 funcionarios que se encargan de recibir las recetas y fabricar y producir lo lentes que se entregan a los asegurados.
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