El OIJ se metió de cabeza a investigar la muerte de una mujer, quien aparentemente falleció el 3 de noviembre al complicarse luego de hacerse una liposucción en una clínica privada de Rohrmoser.
La mujer, quien se llamaba Johanna Méndez Méndez, según confirmó el Hospital San Juan de Dios, ingresó muy malita a la Unidad de Cuidados Intensivos el pasado 30 de octubre. Al día siguiente, la Fiscalía de Pavas recibió una denuncia por el delito de lesiones culposas en la modalidad de mala praxis, de acuerdo a lo confirmado por el Ministerio Público.
Precisamente el 31 de octubre Méndez cumplió 41 años y al parecer ese fue el regalo que se dio de cumpleaños. Tenía tres años de casada y deja un hijo de 12 años. Era vecina de Colonia Kennedy en San Sebastián, sus funerales se realizaron el pasado domingo en San Sebastián.
Belleza llena de brete la Fiscalía
En el San Juan de Dios se confirmó que tras la muerte de la mujer, el cuerpo fue retirado por agentes del OIJ, quienes lo trasladaron a la Medicatura Forense, en San Joaquín de Flores, en Heredia.
"El caso se encuentra en investigación, en la etapa de recolección y análisis de prueba, esta fase es privada para terceras personas, por lo que no se podrá ampliar más información al respecto", informó la oficina de prensa del Ministerio Público.
Este caso es el más reciente de una serie de situaciones amargas que se han vivido en el país en el último año con el tema de clínicas privadas y cirugías estéticas.
LEA MÁS: “La cirugía estética en Costa Rica vive una epidemia de doctorcillos piratas”
Actualmente la Fiscalía también investiga qué sucedió en el tratamiento de belleza que se realizó la presentadora de televisión y periodista Maricruz Leiva, quien está internada en la Unidad de Cuidados Intensivos desde setiembre, luego de una supuesta mala praxis que le quemó profundamente la piel del estómago y la espalda.
Por el caso de Maricruz Leiva, La Teja buscó el 30 de setiembre anterior a uno de los profesionales más reconocidos en la Cirugía Plástica del país, quien nos paró la peluca con sus declaraciones sobre la realidad de los tratamientos estéticos en el país.
El doctor Geovanni Montoya Mora, cirujanos plástico, reconstructivos y estético, viene peleando una guerra desde hace más de 10 años contra los profesionales de la medicina que no están capacitados para realizar tratamientos de belleza y sin importarles la salud de las personas los hacen y por montones, él los llamó “doctorcillos pirata”.
LEA MÁS: OIJ repite procesión que vivió Maricruz Leiva
El doctor Montoya fue presidente de la Asociación Costarricense de Cirugía Plástica, Reconstructiva y Estética del 2010 al 2014 (actualmente sigue como miembro activo). Desde el 2008 comenzó a publicar artículos advirtiendo a la gente que no se deje realizar ningún tratamiento de belleza con doctores sin el título que se necesita; sin embargo, al parecer, por los constantes casos de denuncias de mala praxis en algunas clínicas estéticas del país, los ticos seguimos sin escucharlo.
“Cualquier tratamiento de belleza, por más pequeño que sea, debe realizarlo un cirujano plástico con título reconocido. Para lograr un título universitario de cirujano plástico se estudian catorce años y se actualizan conocimientos toda la vida.
“La cirugía estética en Costa Rica vive una epidemia de doctorcillos piratas. Hay una gran confusión, cuando un médico general se gradúa, obtiene título en medicina general, nada más; a través de la historia se les ha dicho médicos cirujanos, pero no son cirujanos, es un título simbólico, entonces muchos juegan con esa palabrita, cirujanos, para enredar a la gente… hay que tener mucho cuidado”, ha advertido el doctor desde el 2008 y lo dejó muy claro en la nota que publicamos el 30 de setiembre.
LEA MÁS: Periodista Maricruz Leiva está delicada en el San Juan de Dios después de una cirugía estética
En esa misma nota le hicimos varias preguntas al doctor Montoya, incluso él se refirió a aquellas clínicas estéticas que ni siquiera realizan procedimientos de belleza con anestesiólogo titulado.
–¿Cuál es nuestro principal pecado?
–En tratamientos de belleza hay un mandamiento para Costa Rica, dudarás de todo. El tico no duda. Le prometen seis tratamientos a dos colones y eso no le motiva duda, le dicen que el procedimiento será con anestesia local y no duda, le dicen que la operación será sin anestesiólogo y no duda, le dicen que la operación será en el consultorio que tiene el doctor en un centro comercial y no duda. Entonces esos doctores piratas han encontrado un ejército de personas que sin importarle nada se entregan en sus manos… demasiada ingenuidad.
–¿En verdad tenemos una epidemia de doctorcillos piratas?
Se lo voy a poner así, el tema de los tratamientos de belleza, de las clínicas estéticas que nacen de la noche a la mañana y las malas praxis a diario, tiene que ser catalogado como un problema de salud pública. ¿Dónde terminó Maricruz? En un hospital del Gobierno. ¿Por qué? Porque se hizo un tratamiento en un lugar que no tenía las condiciones mínimas para atenderla si algo salía mal. Cientos de casos de esos terminan en los hospitales públicos y entonces lo que comenzó como una inversión privada de una persona, pasa a ser algo que terminamos pagando todos los ticos. ¿Cuánto cree usted que costará la recuperación de Maricruz? ¿Cuánto cree usted que vale un día, solo un día, en una unidad de cuidados intensivos?… es un problema de salud pública.
Dolor y muerte
A mitad de este año el país vivió otro capítulo de supuesta mala praxis con la expresentadora y exmodelo Linda Díaz, quien terminó hospitalizada en la Clínica Bíblica porque sufrió un colapso renal luego de una cirugía estética. En el caso de Linda, no hubo denuncia alguna.
Dolorosamente, la cadena de situaciones lamentables con tratamientos de belleza no son nuevos, en el 2015 Vivian Delgado Arguedas, de 30 años de edad, falleció cuando se le complicó una cirugía plástica que se realizaba en sus glúteos. Ella era madre de tres pequeñitos y vivía en Escazú. También falleció en el Hospital Calderón Guardia.
LEA MÁS: Lynda Díaz ya está fuera de peligro, pero sigue en cuidados intensivos
En el 2013 una mujer de 33 años y de Pérez Zeledón se realizó una cirugía estética en una clínica privada, después de un mes internada luego de una profunda infección, murió en el San Juan de Dios.