Así como Wendolyn Blackshaw García desapareció sin dejar rastro alguno el 4 de agosto de 1989, en el OIJ destruyó por completo el expediente de su caso hace 15 años.
“Con respecto a su consulta me indican en el Archivo Judicial que el expediente en el que figura como ofendida una menor de edad (Wendolyn), data de 1992 y fue destruido”, nos confirmó el 9 de agosto Andrea Marín Mena, periodista del Poder Judicial, tras realizar la investigación respectiva del expediente.
Wendolyn se perdió el 4 de agosto de 1989 cuando regresaba a su casa, en la urbanización Corobó, en Zetillal de Guadalupe, cuando regresaba de la escuela Roberto Cantillano, en donde realizó dos exámenes esa mañana.
En realidad con el OIJ todo nos comenzó a oler mal cuando la propia mamá de Wendolyn, doña María de los Ángeles Blackshaw García, hace dos semanas, nos aseguró que en el 2016 se fue para las oficinas centrales de la Policía Judicial para ver cómo iban con su caso y nadie le supo dar razón, incluso, le decían que si era para denunciar una niña perdida debía llevar fotos recientes, como si fuera un caso nuevo, no hubo una sola persona que supiera sobre el caso.
Nuestros temores comenzaron a hacerse realidad cuando iniciamos las conversaciones con el OIJ para una entrevista con la máxima autoridad de los agentes que llevan los casos de personas desaparecidas. Hace trece días, gracias a las gestiones de la periodista del OIJ, Xinia Zamora, logramos una entrevista con el jefe de delitos varios, Joaquín Sánchez Ramos.
No sabía nada de nada
La reunión nunca fue reunión, duró menos de 15 minutos porque don Joaquín, para decirlo en buen tico, estaba completamente detrás del palo en el caso de Wendolyn, parecía como si jamás hubiese escuchado ese nombre, de hecho, se justificó diciendo que él ingresó al OIJ en el año 2.000 y que ese caso era demasiado viejo, que incluso, era de cuando los casos se hacían a máquina de escribir.
También nos dijo que necesitaba tiempo para leer sobre el caso y se justificó diciendo que no le dijeron que la reunión era para hablar de Wendolyn, por lo que inmediatamente le enseñamos un correo que enviamos el 19 de julio con una claridad absoluta sobre lo que trataríamos en la reunión.
Sánchez nos dijo que siete días después nos atendería ya bien informadito sobre el caso, así que esperamos toda la semana y, algo que no fue sorpresa para nosotros, a la semana nos llamó la periodista Xinia Zamora para decirnos que era imposible que don Joaquín nos atendiera porque lo mandaron de urgencia a una capacitación ese mismo día, que nos iban a responder las preguntas por correo electrónico.
La propia doña Xinia nos motivó a hablar con el Ministerio Público a ver si ellos sabían algo del expediente de Wendolyn, entonces, contactamos a Sharon Hernández, periodista del Ministerio Público, quien tras la consulta nos respondió vía correo electrónico lo siguiente:
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“De acuerdo con su consulta, la Fiscalía del II Circuito Judicial de San José informó que, tras buscar en su sistema informático, no se ubicó ninguna causa donde Wendolyn Blackshaw García figure como ofendida.
“Debido a que el caso es tan antiguo (1989), como le mencioné vía telefónica, es posible que ese expediente se encuentre en el Archivo Judicial, en San Joaquín de Flores, Heredia, o incluso, que en ese mismo lugar ya se haya ordenado la destrucción del mismo. Puede consultar en el Departamento de Prensa del Poder Judicial si ese caso está o estuvo en el Archivo (Judicial)” y fue así como el OIJ y el Ministerio Público se pasaron la bola y nadie se comió la bronca.
Puñalada al corazón
En La Teja nos tocó informar a Yahaira, la hermana menor de Wendolyn, quien para 1989 tenía dos años, sobre la destrucción total del expediente, se lo dijimos a ella porque no tuvimos el corazón para decírselo directamente a su mamá, doña María de los Ángeles, pero tampoco queríamos hacer las del OIJ que destruyó todo y se quedó calladititico.
“Yo le digo a mami, ustedes no la llamen, eso la va a destrozar. Ella siempre ha tenido la esperanza de que el OIJ logre resolver el caso y ahora le tengo que decir que desde hace más de 15 años no mueven ni un dedo”, nos dijo Yahaira.
Casi una hora después, Yahaira nos llamó para decirnos que ya podíamos hablar con la mamá, ya le había dicho y pasó lo que ella estaba segura que sucedería, su mamá comenzó a llorar amargamente.
“Yo jamás le he entregado un acta de defunción de mi hija al OIJ, ella no ha aparecido muerta, no entiendo por qué cerraron el caso, no entiendo por qué no me dijeron nada. Me duele demasiado darme cuenta de esto”, fue lo único que nos pudo decir doña María de los Ángeles porque el dolor no la dejó hablar más.
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El experto criminólogo y exagente del OIJ, Gerardo Castaing, quien trabajaba para esa institución en 1989, entiende muy bien que la legislación le permite al OIJ destruir expedientes con más de diez años sin resolver, pero le extrañó mucho que el caso de Wendolyn lo hayan desaparecido por completo.
“Tengo una leve esperanza de que por lo menos esté microfilmado (digitalizado), porque un caso así no se debería destruir por completo, podría ser la base de casos futuros en los que una niña desaparezca de forma similar. Debería estar siempre para consulta de los investigadores, sobre todo porque no se aclaró hasta el día de hoy, es una lástima lo que hicieron”, afirmó Castaing.