Sin palabras y con el pecho a punto de explotar de orgullo, así estaba doña Cindy Jiménez al ver a su hija, Daniela, participar en el Desfile de las Rosas este 1ª de enero.
Daniela es trombonista y es una de los 246 integrantes que conforman la banda que dejó el nombre de Costa Rica en lo más alto este inicio de año.
“No puedo explicarlo, fue espectacular, los latinos decían que mejor representación no podían haber tenido, que Costa Rica tuvo una gran presentación”, contó Jiménez.
Esta orgullosa mamá tuvo la oportunidad de viajar junto a su esposo y otra hija para apoyar a Daniela desde cerquita.
“Alabaron muchísimo las enaguas como ondeaban, la sincronización, la postura y música de la banda, les encantó, la gente les aplaudió muchísimo. creo que no tienen nada que envidiar a las bandas de Estados Unidos o las que se presentaron hoy en Pasadena”, aseguró doña Cindy.
Julio López, uno de los directores de la banda también contó como vivió la histórica presentación.
"El recorrido estuvo excelente, hubo mucho apoyo de la gente identificada con banderas de Costa Rica, no necesariamente costarricenses si no gente que tenía la intención de apoyarnos, nos gritaban pura vida y feliz año.
"Muy contenta la gente bailando al ritmo de la música costarricense, fue muy emocionante. Los estudiantes con mucha fortaleza, mucha disciplina, lograron hacer el recorrido de diez kilómetros y al final tuvieron tanta energía que brotaron lágrimas y gritos como el famoso ‘oe, oe’ que hizo estremecer a todo el mundo.
“Los comentarios de la gente y la prensa a nivel local ha estado muy pendiente y es ha gustado mucho la presentación”, contó orgulloso el profe.
La tica contó que para agarrar campo tuvo que madrugar porque las calles las cerraban desde muy temprano.
“Llegamos desde la tres y media de la madrugada porque aunque algunos papás teníamos campo había que llegar temprano porque cierran calles, aquí es una locura como en San José, tal vez un poco más. La gente viene con parrillas, con calentadores, camas, aquí es muy diferente porque se les permite todas esas cosas que en San José no”, explicó la mamá.