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Maestro de obras: “Uno se siente defraudado de que a los maestros les paguen todo sin rebajas”

En los últimos seis años don Franklin Quesada no ha sabido lo que es vivir la alegría de recibir un aguinaldo en diciembre.

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Franklin Quesada Castillo es maestro de obras y desde hace seis años no recibe aguinaldo porque trabaja de manera independiente. Foto: Cortesía

Don Franklin Quesada ha trabajado en la construcción toda su vida, pero en los últimos seis años se ha dedicado a este oficio de manera independiente, por lo que recuerda con nostalgia la bendición que significa recibir un aguinaldo.

En estos días mientras pinta casas, hace zanjas o levanta muros, recuerda con tristeza que esa gratificación era una salvada para pagar cuentas y hacerle frente a los gastos de fin de año, ya que ahora vive a coyol quedrado, coyol comido.

Ante esa situación, a don Franklin le hierve la sangre cuando se da cuenta que los educadores que están en huelga y que ya acumulan tres meses sin bretear, van a recibir su pago y aguinaldo sin ninguna rebaja.

“Dios guarde uno no trabaje un día porque no se lo pagan, pero a esa gente no le van a rebajar nada, ni si quiera una hora. Mientras tanto yo tengo que trabajar bajo el sol o la lluvia para llevar la comida a mi casa”, explicó Quesada, indignado por saber que algunos no honran sus trabajos como se debe y aún así reciben dinero.

Este pulsador aseguró sentirse triste de ver cómo algunos se han aprovechado de la situación para cobrar sin vergüenza el aguinaldo, mientras que muchos trabajadores independientes como él, se tienen que quebrar la cabeza para cumplir con las cuentas de diciembre.

“El trabajo de construcción es muy duro y en los últimos años hay más competencia, por lo que con cada contrato apenas se sale con los pagos mensuales y no me alcanza para ahorrar y tener así un aguinaldo a punta de ahorros”.

En cambio a los educadores que se sumaron a la huelga no tiene que joderse, porque ni siquiera asisten a marchas mientras que otros como él tienen que salir a buscar brete y negociar con la gente que siempre les quiere pagar menos por sus labores.

“No es justo, ni para los educadores que sí trabajaron, ni para los estudiantes, y lo digo no solo por esta huelga, sino porque esos grupos (sindicatos) cuando no están en paro están en congresos”, aseguró don Franklin.

Quesada dijo que estos meses que ha durado la huelga ha experimentado una baja en sus contratos de trabajo, por lo que tanto él como su esposa, Sara Berrios, y su hijo, Jordie Quesada, que esta sin trabajo, han tenido que ser muy creativos para conseguir la platica suficiente que les permita sobrevivir. Sin duda, el mundo es de contrastes.

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