Un cédula dos, o sea, manudo por los cuatro costados, fue el encargado de cortar la cinta para inaugurar el puente sobre el río Virilla en Lindora, Santa Ana.
El destino quiso que Luis Zúñiga Robles, de Desamparados de Alajuela, tuviera ese honor con una curiosidad encima: tenía puesta la camiseta que le regalaron cuando fue fiscal de mesa para Antonio Álvarez Desanti en las elecciones presidenciales pasadas.
Como buen mejenguero de todos los días, antes de hablar de política, había que hablar de fútbol porque ya casi era mediodía y hasta comenzó a calentar para los goles del día. Por eso aseguró de primera entrada que está completamente seguro de que su amada Liga Deportiva Alajuelense logrará su anhelado título 30 este campeonato; sin embargo, reconoce que los muchachos del técnico Luis Diego Arnáez no han tenido un buen arranque en este campeonato.
Zúñiga es puntual a las mejengas porque es un delantero goleador de los puros, por eso le dicen LZ-10. “Ni Cristiano Ronaldo (CR-7) se jala los pepinos que yo me hago en las mejengas de aquí (en la construcción del puente sobre el río Virilla)”, volvió a vacilar.
Dejamos un toque las mejengas al lado para tocar el tema de la chema que andaba al momento de la inauguración del puente junto al presidente Carlos Alvarado, de Acción Ciudadana (PAC).
“La camiseta es la de trabajar, por eso cuando me llamaron para el acto la andaba puesta, es bien fresquita y me queda pura vida, incluso es la que uso cuando jugamos mejenga aquí, en la construcción, al mediodía”, nos explicó el trabajador, quien recordó que esas esperadas mejengas no se juegan con tacos, sino con los burros de trabajar por eso les llaman las rompe-espinillas.
Le encantó estar presente en un momento importante para el país, por eso, una vez que cortó la cinta les dijo a los compas: “¿Vieron?, así es como se mete uno en la historia, ahí les quedó una foto para que guarden para siempre”, comentó con una gran sonrisa porque los compas de la constru le pegaron la gran vacilada.
Anécdota a la tica
Todos los breteadores sí tenían muy claro que el viernes 17 de agosto llegarían las máximas autoridades del Gobierno para inaugurar el puente, pero jamás se esperó Luis que lo llamaran para que cortara la cinta.
“La verdad no me dio ni miedo, ni vergüenza, lo tomé como un gran honor para todos los que trabajamos duro todo el día en el puente. Me gustó que conocí al presidente, lo saludé con la mano y él se portó muy pura vida conmigo… no me dijo nada por la camiseta”, recordó.
Por supuesto que buscamos a don Antonio Álvarez Desanti, quien se tomó el asunto con mucho humor. Siempre dentro de un ambiente de diversión nos dijo: “muy honrado de que Liberación esté siempre presente en las grandes obras”. Le parece que la situación de la inauguración con su camiseta es algo “muy jocoso, una buena anécdota tica”, agregó.
Homenaje a empunchados
Sobre la invitación a los trabajadores de la obra a cortar la cinta, el presidente Alvarado dijo: “Fue un homenaje a su esmero y arduo trabajo, la invitación a participar en el acto de apertura del paso por el puente a los trabajadores de la construcción fue espontánea. Todos los trabajadores que estaban cerca, e incluso algunos que se encontraban más alejados, acudieron al llamado y se sumaron a la celebración”.
Con respecto a la chema de Álvarez Desanti aseguró: “acogí a todos sin distinción. Únicamente observé en ellos a un grupo de trabajadores orgullosos del trabajo realizado y emocionados por la habilitación de este puente”.