Ignacio Solís, hijo del expresidente Luis Guillermo Solís (2014 y 2018), no se anduvo por las ramas al criticar a la actual vicepresidenta y canciller de la República, Epsy Campbell.

"Si doña @epsycampbell fuera actualmente diputada de la República, ¿le pediría la renuncia al canciller en ejercicio? ¿Cuál sería su posición?”, preguntó el joven en un primer tuit.

“Pues sí, ella pediría la renuncia. Más allá de la legalidad o no de sus designaciones, su postura ética ‘la persigue’. Cosecha lo mismo que criticó en algún momento. No hay espacio para dudas, el capital político del gobierno sigue en descenso”, escribió en un segundo mensaje.

Esto provocó un linchamiento hacia Cambpell en esa red social, muchos de los que comentaron la publicación solicitaron su renuncia.

Estos tuits se deben a que la funcionaria ha sido cuestionada desde julio anterior por nombrar a Adriana Murillo como directora de Política Exterior y de Carolina Fernández como directora alterna de esa dirección.

Cambpell las eligió, a pesar de que el artículo 9 del estatuto del servicio exterior, señala que estas plazas son exclusivas para funcionarios diplomáticos con rango de embajador. En el caso de Murillo, tiene rango de ministra consejera, y Fernández de primera secretaria.

Incluso, el pasado 27 de noviembre la Procuraduría General de la República confirmó que estos nombramientos son ilegales, pero que será el Poder Ejecutivo el que deberá solicitar una consulta para sustituir a Murillo y Fernández.

A este caso también hay que añadir el nombramiento de Catherine Rivera, ahijada de Campbell, quien fue contratada como asesora en su despacho. Esto salió a la luz pública luego de que la propia canciller dijera ante la Comisión de Ingreso y Gasto Público que tenían ese parentezco, aunque Rivera lo desmintió después.

La atacan por ser negra

El 30 de octubre anterior, Campbell aseguró que todos estos ataques se han dado porque es negra y mujer.

“Es una campaña de mentiras que justifica la violencia racista y machista, que se ha desatado sobre una persona que asume un puesto de poder. Soy mujer y soy afrodescendiente”, dijo por medio de un comunicado de prensa en ese momento.

Esto desató comentarios de varios legisladores, como Otto Vargas del Republicano, Karine Niño de Liberación Nacional y María Inés Solís de la Unidad Social Cristiana, quienes reprocharon la justificación de la vicepresidenta, pues no se trató de una persecución contra ella.

Precisamente cuando la todavía canciller era diputada, repudió los nombramientos que altos jerarcas hicieron a amigos y familiares.