El cilindro de gas de aluminio que usamos los ticos para cocinar en nuestras casas es el más odiado por la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep). Tanto así que lo buscan por todo Costa Rica con el único objetivo de “matarlo bien muerto”, porque es una bomba de tiempo.

Conversamos con el “papá de los cilindros de gas” en el país, don Alexánder Davis Barquero, coodinador de calidad del gas de Aresep, y nos aseguró que a este cilindro (también conocido en nuestras costas y zonas rurales como cilindro liviano) lo buscan por cielo, tierra, aire y mar, y cada vez que encuentran uno, lo mandan al cementerio de los cilindros.

El potencial peligro que representa es mucho porque al ser de un material tan delgado, si se presenta una emergencia de fuga, lo más probable es que no aguante nada y explote casi de inmediato.

Livianos pero peligrosos

Según Davis, la bronca es que mucha gente se mal enamoró en tiquicia de ese cilindro porque pesa mucho menos que un cilindro de hierro porque a la hora de irlo a recargar no hay que meterle tanta enjundia a la alzada.

“Hay cilindros herrumbrados y golpeados que luchamos por sacar del mercado. Hay cilindros que no pasan las pruebas que hace la Aresep y también se sacan. Hay cilindros con la válvula mala y se desechan, además, está el cilindro de aluminio, ese es el peor, ese es el que buscamos por todos lados, tenemos que eliminarlo de Costa Rica, es una lucha de todos los días, a penas nos aparece uno, nos ponemos muy alegres porque es otro potencial peligro que sacamos del mercado”, explicó don Alexánder.

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Y no se rasque mucho el coco pensando cómo podría hacer usted y su familia para identificar el tan despreciado cilindro de aluminio porque hay una prueba que no falla: agarre uno de los imanes que usted le pega a la refrigeradora y se lo pega al cilindro, si el imán no se queda pegado, es de aluminio; si se queda pegado es de hierro y puede estar tranquilo.

Una vez que comprobó que tiene al despreciable llame al teléfono 8000-273737 (8000-ARESEP) para que lo reporte y así lo destruyan.

“Hay una situación que la gente debe entender, como la mayoría de emergencias en los hogares se dan por fallas en la válvula del cilindro, entonces eso provocó que las personas se olviden de que un cilindro de aluminio es muy pero muy delgado y el cuerpo se raja con mucha facilidad, lo que facilita una explosión muy seria y peligrosísima”, indicó el coordinador de calidad del gas.

Muy usados en Puntarenas y Limón

Actualmente, en Costa Rica hay unos 800.000 cilindros de 25 libras que se usan en los hogares para cocinar, el 12% (unos 96 mil cilindros) son de aluminio.

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“Sabemos, por la experiencia que hemos acumulado desde el 2014, que la mayoría de cilindros de aluminio están en zonas como Limón y Puntarenas. Es algo muy lógico, el aluminio no se herrumbra y por eso lograron consolidarse tanto en las costas costarricenses, porque soportan los daños que produce la brisa marina, pero repito, son potencialmente muy peligrosos”, afirmó Davis.

En Costa Rica hay cinco envasadoras de gas: Gas Zeta, Súper Gas, una empresa que se llama Distribuidores, Tomza y otra empresa que lo que tiene como nombre es un número, es la 3-101-622925 S.A, entre ellas tienen once plantas en todo el país y son vigiladas con lupa por la Aresep para que cumplan con toda la reglamentación que comenzó a existir desde el 2014.

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Antes, el mundo del gas en el país era tierra de nadie: sin leyes, sin castigos, sin vigilancia, por eso es que en este 2018 incluso hay hogares que están cocinando su jamita con un cilindro de gas que se fabricó en 1945.

Una vez que la Aresep le metió mano al asunto todo comenzó a caminar mejor, nació el cementerio de los cilindros, en el 2015 se “mataron” 3.014, en el 2016 35.105 y el año pasado fueron 38.265. El pasado 10 de octubre, el papá de los cilindros estuvo presente en la destrucción de 1.509 cilindros en Gas Zeta, en su planta envasadora en El Coyol de Alajuela.

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“Vamos por buen camino, pero todavía falta mucho. Incluso ya logramos detectar que nos están ingresando, por quien sabe dónde ni cómo, cilindros que no tienen ningún control del ministerio de Ambiente y Energía, son cilindros chinos, los hemos visto porque toda la información que viene en el cilindro está en chino, hay que tenerles mucho cuidado porque no son autorizados”, aseguró Davis.