“No he vuelto a dormir tranquila, me acuesto a las 8:30 de la noche con mi hijo Gabriel Lezcano, quien tiene que ir a la escuela, pero cuando oigo la patrulla de la policía municipal salgo en carrera a como esté, aunque sea en pijama, a mover el carro, porque no tengo para pagar la recuperación de las placas si me las quitan”, nos contó Verónica Solano, vecina del residencial Las Flores en Lagunilla de Heredia.
Lo que pasa es que la Municipalidad de Heredia demarcó hace unas cuatro semanas las calles del residencial y las esquinas las pintó de amarillo, esto para promover el orden vial de esta comunidad que ya tiene más de 30 años de existir, pero que por la apertura de la zona franca de Lagunilla se convirtió en vía alterna de descongestionamiento vial.
Otro día apenas estaba saliendo del baño cuando volvió a oír la patrulla y con el pelo chorreando salió volada a darse un vueltín por el barrio en carro para evitar el multón.
Actualmente ella vive con su madre, doña Celia Solano y su hermana Daniela Zúñiga, quien también tiene un carrito que duerme en la cochera, pero como el residencial es tan antiguo, las casitas son pequeñas y no hay espacio para ampliar esta área, por lo que el de Verónica siempre lo habían dejado en la acera sin problema alguno.
Y es que, además de que esta situación le está robando la tranquilidad a esta madre herediana, su preocupación es mayor porque desde hace un año se encuentra desempleada y por más que ha buscado nada que le sale una oportunidad laboral, además su esposo está en la misma condición, por lo que si les quitan las placas es prácticamente quedarse sin carro, porque no tiene cómo sacar la plata para pagar la multa.
En las semanas que tienen de haber pintado las calles, Verónica ya ha salido en carrera cinco veces y por eso asegura estar traumatizada.
Pecho en el carro
Su vecina Karla Solano Paniagua está en una situación similar, según nos contó su mamá, Ana Paniagua.
“Mi hija tiene una bebita de 11 meses y al mediodía se viene a darle de mamar porque trabaja cerca, pero ha optado por darle la leche a mi nieta en el carro por temor a que pase la policía municipal a hacerle el parte”, explicó doña Ana.
Otros vecinos, como Anaís Garita Siles, nos contó que sus hijos le dijeron que ya mejor no la iban a visitar a la casa porque no tienen dónde parquear y hasta están pensando en vender la casa y comprar una en otra parte para evitarse estos dolores de cabeza.
Además, como las calles son tan angostas, dejan los carros parqueados sobre la acera para permitir el paso de otros carros, lo malo es que con esto están incumpliendo la ley 7.600 para personas con discapacidad y el broncón es peor.
“No podemos ni dormir, ahí estamos atentos a si tenemos que salir corriendo a mover los carros porque no tenemos dónde estacionarlos, aquí muchos vecinos dejan el carro fuera durante la noche porque no hay otra opción”, contó Mayra Gómez.
“La culpa la tiene la gente que hizo la urbanización, por hacer estas calles tan angostas, incumpliendo incluso el ancho de ley que es de 15 metros”, aseguró doña Celia.
La mayoría de vecinos llegaron a este residencial entre 1986 y 1987, cuando se construyó. En ese entonces hasta era un residencial privado cuya entrada estaba controlada con aguja, pero un salacuartazo de un vecino se trajo abajo esta medida y se agravó más con la apertura de la zona franca, pues aumentó el flujo vehicular y muchos de los trabajadores de las empresas que ahí operan, usan las estrechas calles como vías alternas.
Muni anuente a cooperar
Ante esta problemática nos fuimos a a la Municipalidad de Heredia a conocer qué fue lo que varió e impulsó la demarcación de las calles.
“No vamos con la intención de molestar a los vecinos, sino que tenemos que hacer cumplir la ley. Dentro del residencial hay una parte en zona franca y hay ingreso de vehículos en hora pico por lo que tuvimos que pintar las esquinas para garantizar el giro y evitar colisiones, en especial si los conductores deben invadir el carril para pasar”, explicó Luis Méndez, encargado de la Unidad Técnica de gestión vial de la muni.
Méndez indicó que si los vecinos se acercan a la Municipalidad se puede buscar una solución.
“Se podría hablar con el jefe de la policía y pedirle que tenga calma en horas de la noche y que sí presione en horas pico, eso se puede regular”, agregó el encargado de gestión vial.
Admitió que en feriados como el Día de la Madre, el mismo alcalde les ha pedido ser más flexibles.
La ley más fuerte que debe sancionarse es el parqueo en aceras, por impedir el paso peatonal.