Lenín Hernández, secretario general del Sindicato Nacional de Enfermería (Sinae), Cinthya Solano, presidenta de la Asociación Nacional Segunda Oportunidad de Vida (Anasovi) y el paciente y exjuez de la República Max Rudín indicaron este jueves que el cáncer es una emergencia nacional, debido a las dificultades que afrontan los pacientes en el país.
Estas preocupantes comentarios los realizaron en las instalaciones del Sinae, en el centro de Chepe.
Ellos le solicitaron a la Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) que compren un acelerador lineal para instalar en el hospital San Juan de Dios para atender la demanda en ese centro médico, ya que actualmente todos los pacientes con cáncer del país están siendo atendidos en el hospital México, debido a que la bomba de Cobalto del San Juan dejó de funcionar desde hace un tiempo y los equipos del Calderón Guardia también quedaron fuera de operación. Es decir, la situación es muy complicada.
“El Sinae y Anasovi se unieron para levantar la voz a favor de los usuarios del servicio de radioterapia porque desde el 21 de junio de este año la bomba de Cobalto, con 18 años de estar funcionando, dejó de funcionar. Esta medida que ha usado la CCSS de trasladar a los usuarios al México y ampliar la atención a 24 horas es una medida paliativa y no una solución integral”, indicó Hernández.
El sindicalista agregó que los 103 pacientes del San Juan que trasladaron al México están sufriendo un retraso en sus citas, ya que pasaron de un mes de espera a tres meses."Hay que recordar que las enfermedades no saben de tiempo, ni calendarios. Detrás de un diagnóstico de una enfermedad como el cáncer hay un rostro humano, una familia y una esperanza de vida".
LEA MÁS: Ratas se pasean por la cocina del hospital San Juan de Dios
El Sinae mandó una la nota este jueves con el fin de ejercer presión para disponer de una máquina para el tratamiento con radiación. De conseguirlose evitará que los cuatro que están en el centro médico ubicado en La Uruca colapsen por la alta demanda, situación que afectaría a los 800 pacientes que reciben dicho tratamiento en el país.
LaCaja indicó que tiene previsto el desarrollo de dos grandes proyectos para la ampliación de los servicios de radioterapia como son el Centro Conjunto de Radioterapia para dar atención a los pacientes del San Juan de Dios, el Hospital de Niños y el Hospital Blanco Cervantes.
Actualmente el proyecto está en consulta en la Contraloría General de la República, así que una vez recibo el visto bueno, se procederá al análisis técnico final y a la adjudicación. No obstante, la edificación y el equipamiento estaría disponible hasta dentro de un año y en los casos de cáncer, el tiempo es oro.
LEA MÁS: Adolescentes conectados por el cáncer
Pacientes hacen llamado
Max Rudín, exjuez de la República, contó que tuvo que suspender su carrera y muchas cosas que se había programado realizar debido a la enfermedad.
“Soy un paciente del San Juan de Dios y sé que ahora me veo bien. Mi cáncer no es curable, es tratable, incluso podría volver a necesitar radioterapia. Fui remitido al México por lo que conozcomuy bien lo que es estar en ambos hospitales. Sé que existen los recursos en el país para comprar un acelerador lineal, el cual puede costar cinco millones de dólares. El cáncer es una emergencia nacional, ya que existen más de 10 mil personas cada año que son diagnosticadas con esta enfermedad en Costa Rica, de las cuales casi el 50% van a requerir radioterapia por lo que teniendo un tratamiento de forma oportuna, los pacientes tenemos la oportunidad de vivir más tiempo y con más calidad de vida”, explicó Rudín.
Los expertos consideran de que se requiere de un acelerador lineal por cada 500 mil personas, por lo que se necesitan al menos 10 a para que la población tenga acceso a un tratamiento oportuno, ya que según las recomendaciones internacionales el tratamiento debe iniciar al menos tres semana después de darse el diagnóstico.
“Mientras yo fui paciente, los aceleradores trabajaban a 16 horas diarias y son equipos que no están hechos para funcionar a ese ritmo. Durante dos meses, mi tratamiento se vio interrumpido por temas técnicos, incluso en un momento estuvieron dos aceleradores fuera de servicio. Con esto quiero decir que con 24 horas de servicio las máquinas van a colapsar por más buena disposición que haya de los funcionarios y los médicos”, agregó el exjuez.
La misma preocupación tiene la oncóloga del San Juan de Dios, Tatiana Soto al indicar que tener estos equipos trabajando 24/7 pone en riesgo la capacidad instalada del hospital México.
Doña Cinthya también indicó su preocupación por los horarios a los que deben acudir los pacientes con cáncer a recibir tratamiento, pues en la madrugada se exponen más a una gripe y como tienen las defensas bajas, esto incluso interrumpiría sus tratamientos, pues resfriados, no les pueden aplicar la radioterapia.
"No se pusieron en los zapatos del paciente, en especial de los que vienen de zonas alejadas que no tienen dinero para pagar un taxi o Uber para llegar en la madrugada y que no encuentran espacio en los albergues porque ya están saturados.