Don Emilio Ortiz, de 62 años, es el finquero que envió este martes 31 de julio, una propuesta a la oficina de Iniciativa Popular de la Asamblea Legislativa para que se prohíba la venta de condones y pastillas anticonceptivas durante un año cada 5 años.
Contrario a lo que muchos pensarían, don Emilio no tiene un kinder o un equipo de fútbol 5, solo tiene tres hijos, todos mayores de edad, además en su árbol genealógico aparecen tres nietos que no superan los 10 años.
Vive en San José de Upala y se dedica a la ganadería en su finca, la cual está ubicada en la parte trasera de su casa, ahí vive con su esposa doña Victoria Obando, de 63 años, es católico, pero no practicante, además dijo no tener afinidad política.
La vida de este señor no ha sido fácil, desde que era pequeño le tocó pulsearla para sobrevivir, ahora, siendo casi un adulto mayor, ve para atrás y sabe que lo poco o mucho que ha conseguido, lo ha hecho gracias a su esfuerzo.
Prueba de ello es que en diciembre del 2015, a la edad de 59 años, sacó el bachillerato en el Colegio Técnico Profesional de Upala.
Su preparación no quedó ahí, actualmente está llevando un curso de secretariado ejecutivo en el centro educativo antes mencionado, espera terminarlo a mediados del 2019.
Su preocupación ahora es prepararse e informarse, sin dejar de lado su finca, fue por eso que decidió enviar la propuesta a la Asamblea Legislativa, lo hizo a través del diputado del Partido Acción Ciudadana Luis Ramón Carranza, quien visitó Upala el viernes de la semana anterior.
“Desde el año 2006 escribí esta propuesta, no la había enviado antes porque no tenía cómo, aproveché la visita del diputado Carranza para enviarla y por dicha ya llegó”, contó.
Le preguntamos qué lo motivo a realizar esta propuesta, a lo que él respondió “nos estamos poniendo viejos y no hay gente joven, las mujeres están sufriendo mucho con tantas pastillas que están consumiendo para no tener hijos”.
Según asegura, lo que plantea no es un problema, más bien debería ser algo por lo que el país debe estar preocupado.
“En unos años va a haber más gente vieja que joven, debe haber personas que se hagan cargo del país, que lo hagan resurgir y entre menos gente haya será más difícil”, aseguró.
“Como lo escribí en la carta que envié a la Asamblea, no están quedando herederos y necesitamos gente joven que nos ayude a levantar el país, los niños son una bendición que pueden llegar a convertirse en médicos, diputados, policías y hacerle un bien al país”, continuó.
La idea que tiene no prohíbe del todo la venta de condones y pastillas anticonceptivas, ya que también es consciente del riesgo de contraer una enfermedad.
“Se sabe que los condones sirven para evitar enfermedades de transmisión sexual, por eso la recomendación sería que las prostitutas y la población homosexual si tengan acceso a estos métodos”, afirmó.
Le preguntamos si su propuesta en vez de ayudar al país más bien lo afectaría, trayendo al mundo bebés en un momento en el que, según el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), hay cerca de 220 mil personas desempleadas y su respuesta fue un rotundo, no.
“Entre menos gente haya se va a cotizar menos y eso va a perjudicar al país, en este momento nos debemos preocupar por dejar un buen país para que la gente se convenza de tener más hijos”, aseguró.
Don Emilio espera que su petición sea analizada porque la considera inteligente e interesante, pero sobre todo porque para él, si no se hace un esfuerzo en subir el índice de nacimientos el futuro de Costa Rica está en riesgo.
Diputado no comparte propuesta
Luis Ramón Carranza, diputado del PAC que recibió esta propuesta, aseguró que no comparte la posición de este ciudadano, aunque como parte de su función la entregó en la oficina de Iniciativa Popular para su análisis.
“Hay propuestas como estas que uno no comparte, pero tengo que recogerlas, es parte del trabajo territorial. En esto no comparto esa posición, pero cumplo con traer esos documentos, al fin y al cabo es el pueblo y el pueblo puede decir y pensar lo que quiera”, comentó el legislador.
“En estas giras escuchamos todos los planteamientos de la comunidad e iniciativas de las personas y ahí vienen cartas y documentos de todo”, agregó Carranza.