Uber cumplirá tres años el martes de haber iniciado operaciones en Costa Rica.
Los usuarios están contentos porque los carros que solicitan por medio de la aplicación llegan rápido y las tarifas siguen siendo muy cómodas en relación con los taxis rojos.
Ya la mayoría de los carros no son tan elegantes, los choferes tampoco dan confiticos ni agua, pero, en términos generales, se mantiene el buen trato y las bajas tarifas compensan al cliente.
Karla Zamora, quien es diseñadora y utiliza Uber al menos tres veces por semana, dice que no le importa tanto el modelo del carro, pero sí exige un buen trato de parte del chofer.
Asegura que no ha tenido malas experiencias con ellos y sobre todo alaba el monto que paga.
Quienes no están tan contentos son los choferes que se dedicaron de lleno a uberiar, oficialmente la aplicación reporta 22 mil uberianos.
“En tres años Uber nos pasó del cielo al infierno, así se lo digo sin esconderme”, fue lo primero que nos aseguró Danny Goulding, quien tiene 28 años de edad y es vecino de Guadalupe. “A Uber no le importa el chofer, no le importa el pasajero, solo le importa la plata”, aseguró.
Sobre aquellos primeros días de la aplicación en el país con confiticos y trato amable recordó: “esos primeros días eran una belleza, uno se conectaba tipo cinco de la mañana y no se detenía nunca, incluso, costaba parar para almorzar, el esfuerzo en la calle se veía reflejado en lo que uno ganaba, habían fines de semana de 400 mil colones, sin paja, por eso, la plata daba para el agüita y los confiticos. Uno manejaba feliz porque no había estrés económico, entonces, todo era una pura sonrisa. Un lunes del 2015, que los lunes son malísimos, uno hacía hasta 85 mil colones trabajando 8 horas”.
Otros factores también ayudaban a que el chofer de Uber de hace tres años fuese puras tejas siempre. Por ejemplo, Danny explica que las tarifas que les pagaban eran más alta, que los clientes jamás cancelaban un servicio, Uber pagaba puntual y nunca hacían problemas con los servicios hechos, no había persecución de la Policía de Tránsito, no había problema con los taxistas rojos, trabajaban pocas horas y ganaban buen dinero.
Efectivo lo complicó todo
Pero todo cambió radicalmente el 26 de setiembre del 2016, ese día Uber comenzó a aceptar el pago en efectivo, además, en el mismo 2016 la empresa se concentró en que cada día hubiese más y más choferes (socios colaboradores los llama Uber), nunca puso topes y eso se mantiene hasta el día de hoy.
“El pago en efectivo le abrió las puertas de par en par a la delincuencia, las ratas comenzaron a aprender sobre Uber y su funcionamiento y el peligro se nos metió a los carros, a partir del efectivo todo se complicó. Ese fue el justo momento en que Uber nos dejó muy claro que los choferes le importamos un pito, que para ellos primero es la plata, segundo la plata y tercero la plata.
“Desde finales del 2016 y todo el 2017 la aplicación se llenó de choferes, pasamos de 3.500 a 8.000, después a 11.000 y rápidamente éramos casi 20.000… demasiados choferes. Tanto uber provocó más horas de trabajo por menos plata, más estrés para nosotros y se comenzó a ganar menos, ya no alcanzó para los confiticos, incluso, nos dejó de alcanzar para la comida”, reconoció Danny.
Ahora Danny tiene que fajarse más de 12 horas para medio hacer menos de 30 mil colones, cuando le va muy bien; a ese monto hay que sacarle el pago de la gasolina.
“Uber ahora tiene un problemón, que la mayoría no son socios colaboradores sino choferes porque los grandes lagartos, como los lagartos que tienen muchas placas de los taxis rojos, ya hicieron su agosto.
“Hay casos de lagartones que compraron ochenta o cien carros y tiene choferes trabajándoles, los agarran por hambre ofreciéndoles una cochinada, entonces, somos un montón para muy poca plata, por eso se acabó el agua, el confite y con tanto estrés por las facturas por pagar, hasta el buen genio y eso la gente no lo entiende”, dijo.
Le preguntamos si no hubiese entrado nunca a Uber y le pintan el panorama en este 2018, ¿se haría chofer de Uber?
“Jamás, el ambiente se pudrió todo, la empresa no piensa en nada más que hacer plata… es más estoy a punto de salirme para que se dé una idea de lo malo que está esto”, respondió.