Han pasado siete años desde que la muerte separó para siempre a Gilberto Shedden, el famoso Chito, de su gran amigo, el cocodrilo Pocho.
El 12 de octubre del 2011 es inolvidable para Chito, ya que ese día amaneció muerto, por causas naturales, el famoso cocodrilote, que salió en programas que se transmiten en todo el mundo (Animal Planet, Discovery, NatGeo).
Ellos pasaron juntos 22 años inolvidables en la laguna del centro turístico Las Tilapias, en Siquirres, donde todos los domingos llegaba un tanate de gente a disfrutar del show en el que Chito metía la cabeza en el hocico de su querido Pocho.
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Durante el emocionante espectáculo, el colmilludo y Chito se abrazaban, se daban besos y hacían diferentes números como el “saludo”, el “giro mortal”, el “puente de la muerte” y la “patada de la Sele”. La gente quedaba con la boca abierta al ver a semejante animalote, de cuatro metros de largo y 445 kilos de peso, hacer todas esas cosas como si se tratara de un peludito amaestrado. Ademán, Pocho nunca hizo tiro a jamarse a Chito.
Negocio de pique
Hoy Shedden reconoce que su negocio no es el mismo de antes sin Pocho. Las ventas han bajado montones y hasta los comerciantes de Siquirres, le comentan que nunca volvió a llegar la cantidad de gente que antes solía visitarlos.
Chito ahora la pulsea con todo lo que tiene a su alcance para sacar el negocio adelante. Este siquirreño canta, anima, pesca y hace tours, pero nadie le arranca de la mente y mucho menos del corazón aquella época dorada de su vida en la que salía a cada rato en televisión, tanto nacional como internacional, junto a su amigote de hocico alargado.
Al famoso reptil intentaron matarlo a balazos en 1993 porque se mandaba saboroso a los animales de los vecinos, pero Chito lo encontró medio muerto, lo llevó a su casa y lo curó. Shedden asegura que Pocho se hizo mansito a punta de cariño, pero una posterior investigación de Jorge Porras, experto en taxidermia (arte de disecar animales) reveló que el animalote tenía alojada una bala de escopeta en el cerebelo (parte del cerebro responsable de conectar los nervios), algo que pudo alterar sus instintos agresivos.
Muchos requisitos
Chito, quien también es conocido como el Tarzán tico, no fue capaz de enterrar a su querido amigo, por lo que lo tiene disecado en su museo. El tampoco descarta la idea de hacerse de otro coco al que pueda amansar y montar espectáculos como los que hacía con Pocho.
Sin embargo, el asunto no es jugando, ya que Chito se ha topado con múltiples trámites que debe cumplir ante el Minae para tener a un animal como estos en su finquita.
“La gente siempre que me ve me pregunta por Pocho y cuando voy a los ríos lo recuerdo con el alma, fue algo que me marcó para toda la vida. Fue un símbolo para Siquirres y para todo el país”, agregó el pulseador.
La Teja contactó a Grettel Vega, directora ejecutiva del Sistema Nacional de Áreas de Conservación, para consultarle cobre el tema y ella aseguró que el asunto se las trae, debido a la serie de requisitos que se piden para tener un animal de ese tipo en cautiverio.
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“Ahora somos muy estrictos en la aplicación de la ley y existen más controles. Incluso hice la consulta sobre el porqué se le permitía a este señor hacer este tipo de shows y me indicaron que seguro medió un asunto de plazos con respecto a la ley. Si se presentara la solicitud, la analizaríamos con detalle”, aseguró Vega.