El presidente de la República, Carlos Alvarado, irá este jueves en la mañana a la Sala IV a defender frente a los magistrados el recorte a las pensiones de lujo. El tope que propone el gobierno quedaría en ¢2,6 millones.
Con esa medida, se acabarían las pensiones que actualmente superan los ¢10 millones.
Alvarado se presentará a una audiencia oral, a las 9 de la mañana junto con Rocío Aguilar, ministra de Hacienda; el ministro de Trabajo, Steven Núñez; Luis Paulino Mora, director de Pensiones y Marvin Carvajal, director jurídico del despacho presidencial.
Los recursos de amparo que resolverá la Sala IV (contra ese límite a las pensiones) los presentaron en 2014 y en 2015 cuatro personas que no estaban de acuerdo con el recorte que decretó el Ministerio de Trabajo en agosto del 2014.
En aquella ocasión, el Ejecutivo esperaba ahorrar unos ¢12.000 millones al año a través de los recortes a las jubilaciones con cargo al Presupuesto Nacional de 910 personas.
Sí están activas las medidas que aprobaron los diputados en 2016 en cuatro leyes. Esas medidas les ahorraron a los contribuyentes ¢11.000 millones en los primeros 18 meses de vigencia.
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Si los magistrados de la Sala IV rechazan los reclamos de quienes pusieron los recursos de amparo dejarán de existir pensiones de más de ¢2,6 millones.