María Fernanda Alvarado pasó la mayor parte de su vida sin saber porque se caía a cada rato, esta joven sancarleña tiene que salir acompañada para evitar visitar el suelo porque nació con solo la cuarta parte de los meniscos en sus rodillas.

Esta condición le impide caminar, correr y hacer un montón de cosas que hace una muchacha de su edad.

Los meniscos son fibrocartílagos en forma de semiluna cuya tarea es estabilizar la rodilla.

En la rodilla hay un menisco en la parte interna y otro en la parte externa. Cada menisco está fijado a la parte superior del hueso de la pantorrilla (tibia) y también hace contacto con el hueso del muslo (fémur), actuando como amortiguador cuando la rodilla está soportando una carga.

El quehacer diario de la muchacha agravó el problema, pues no tenía un diagnóstico certero y la joven, aunque con dolor, siguió haciendo sus actividades.

El descubrimiento se dio en febrero pasado, en el hospital del Trauma del INS, luego de una caída que sufrió en el colegio.

El diagnóstico explica por qué María Fernanda se cae con frecuencia, los constantes y fuertes dolores que sufre y la forma de arco en sus piernas que le provoca un caminar muy particular. El desgaste más severo lo tiene en su pierna derecha.

Conforme Alvarado ha ido creciendo, las rodillas se desgastan más porque sus piernas deben soportar más peso que cuando era una niña. El problema que tiene ahora se llama displasia troclear. Una displasia es la antesala de un cáncer.

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“Uno la cuida mucho, no la dejamos viajar en el bus, vamos a dejarla al colegio y la traemos, son cuidados muy específicos. Nos decían que era una osteocondritis, pero con la caída que se llevó en febrero descubrimos de qué se trataba”, expresó la mamá, doña Sandra Rodríguez.

Los papás llevaron a María Fernanda al hospital del Trauma y allí les dijeron que lo que tenía no era producto de la caída, sino que había nacido con una malformación en las rodillas.

El doctor Carlos Palavicini, especialista en Ortopedia y Traumatología explicó, sin conocer el caso a fondo, que un trasplante de menisco es sumamente caro y difícil, no tanto por la parte humana porque dice que hay capacidad, sino porque conseguir los meniscos de otro humano no es asunto sencillo.

“Imagínese que cada uno cuesta $5.000 (unos ¢2,5 millones), el cultivo de células de cartílago es caro, los tratamientos de esterilización son caros y muy específicos para no contagiar de una enfermedad a la persona. Hay que importarlos, el proceso completo saldría como en $16.000 (unos ocho millones de colones) solo por uno", explicó Palavicini.

Llena de vida

La condición de la muchacha la ha llevado a relacionarse más en un ámbito familiar que de amistades. Ella no ha podido disfrutar muchas de las actividades de los jóvenes de hoy en día, como ir al cine, comprarse un helado o a charlar con amigos fuera de la casa.

Sin embargo, tiene dos amiguitas, Keissy Chaves y Naomy Hernández que son verdaderos ángeles y no solo están para apoyarla en lo anímico, sino para salir y ser el soporte cuando una piernita falla.

Ya tiene seis años de no poder correr y en todo el 2018 no ha podido hacer ni una sola lección de Educación Física.

A ella le encanta bailar y sería feliz si pudiera ir a actividades organizadas por el cole, como al Día de la Madre o el Día del Deporte, pero no va porque hacen actos que no puede realizar.

“De todo lo que no puedo hacer, bailar, sin duda, es la que más me gusta. Antes cuando era más pequeña sí bailaba, pero como he ido creciendo el problema aumenta, la rodilla se inflama y me da mucho dolor”, dijo la joven.

Contó que una vez, cuando tenía diez años, participó en una carrera con la mamá y no pudo terminar.

“Como a los 200 metros ya no pude seguir. Me quedé con mi papá y mami terminó sola”.

Pese a todo, la joven mantiene un buen espíritu ante la vida y está muy empunchada sacando Secretariado en el Colegio Técnico Profesional Regional de San Carlos.

“En la carrera de Secretariado Ejecutivo nos dicen que nos pongamos en equis posición porque las secretarias deben tener tener una postura y no lo puedo hacer, tengo que poner el pie en alto. Además, mis compañeros también hacen física o en días especiales juegan voleibol o bailan, entonces, no voy”.

María Fernanda debe realizar terapia y ejercita las piernas para fortalecer los músculos, pero el dolor es tan fuerte que muchas veces al día siguiente no puede ir al cole.

“Es el proceso más duro, son dos o tres horas de terapia, de dolor. Ella camina sola, pero es inestable, anda a la par de uno o se agarra del que esta al lado. No puede subir gradas o lo hace agarrándose de algo. Ni para hacer un mandando puede ir sola”, añadió la mamá.

Dele una manita

Si usted desea colaborar con esta joven, hay una serie de actividades que se están organizando con el fin de recoger dinero y poder costear el procedimiento médico que se realizará el 11 de diciembre en Bogotá, Colombia.

Dicha cirugía cuesta $30.000 (unos ¢17 millones y medio) y solucionará el problema del todo.

Las actividades son una colecta en la triangular taurina del 28 de octubre en Tres Esquinas de La Fortuna; otra colecta en el tope Nacional San Carlos Borromeo, el 4 de noviembre y una maratónica el 16 de ese mismo mes en parque central y alrededores. Si desea colaborar llame a 8687-9961 o 6005-7536, con sus papás Sandra y José Eduardo.

Caminemos juntos

“Camimenos juntos” es una asociación que empezó a tomar forma cuando andaban buscando ayuda para operar al niño Luis Alonso Chaves, quien fue sometido exitosamente en la Fundación Cardoinfantil de Bogotá, donde será operada también María Fernanda.

La razón de ser de dicha agrupación es colaborar con niños y adultos que requieran ayuda con operaciones que no se pueden hacer en el país. Está formada en San Carlos y ya tiene algunos colaboradores. Si usted los quiere ayudar puede llamar al 8330-0303.

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