Tres músicos costarricenses fueron seleccionados para ser parte de la banda de 90 personas que se encargará de alegrarle el oído al papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Panamá, evento que será del 22 al 27 de enero del 2019.
Andrea Betancourt, Silvia Gutiérrez y Víctor Moya fueron los privilegiados después de un proceso largo de selección donde demostraron su calidad como músicos en Panamá ante varios expertos en música. En agosto pasado fueron a un ensayo a tierras panameñas.
La violinista
Silvia es de San Isidro de Coronado, tiene 24 años y desde los 11 toca el violín. Comenzó en el Conservatorio Municipal de Alajuela y continuó después en el Conservatorio Castella. En las redes sociales se dio cuenta que la JMJ estaba realizando audiciones.
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“Es demasiado emocionante saber que uno va a tener el privilegio de tocarle al papa, que vamos a estar cerquita de él. Esto lo veo como una bendición del cielo, siento que fui elegida para una misión de evangelización a través de la música. Sinceramente no sé ni qué sentir desde que me llamaron para decirme que fui seleccionada… es un regalo de Dios”, nos contó Silvia, quien está sacando una maestría en administración de empresas con énfasis en gerencia en la UIA.
La violista
Andrea tiene 29 años y toca la viola desde los 7. Inició en la Escuela Nacional de Música. Es profesional en nutrición. “Al final del 2017 fue cuando recibí el correo electrónico en que me confirmaron como seleccionada, incluso hoy día no termino de creerlo”, asegura, pese a que incluso ya fue en junio pasado a Panamá para el primer gran ensayo de todos los músicos juntos", recordó.
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“Realmente es muy exigente. El primer ensayo me dejó muy claro que el asunto es demasiado serio y que tendremos una presión muy grande, muy linda, pero muy grande a la vez. Estoy muy ilusionada por tocar para el papa por que esas cosas solo las hace Dios”, dice Andrea, quien vive en Jardines de Moravia.
El baterista
Víctor Moya nació en Tibás hace 33 años y toca la batería, se crió en Santa Ana y ahora tiene casita en Puriscal, tiene tres hijos, Alessandro, Francesco e Isabella, quien nació hace dos meses, su esposa se llama Daniela Porras.
En la escuela Isabel la Católica de Río Oro de Santa Ana fue donde el profesor de música Francisco Orozco le descubrió el talento y motivó a la familia para que lo llevaran a un proyecto de la Sinfónica Nacional que se llamaba Manitas Musicales, incluso recibió lecciones por varios años con Carlos Tapado Vargas de Éditus.
Actualmente Víctor es profe de música en la Asociación de Desarrollo Integral La Asunción (Adila) y fue por Facebook que se dio cuenta de la selección que estaban haciendo para la orquesta del papa Francisco.
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“Desde muy pequeño le he servido a Dios y para mí ha sido un gran regalo de parte de él que pueda estar poniendo mi talento al servicio de Dios. Es una felicidad muy grande, por eso en noviembre próximo cuando venga otro de los ensayos voy a darlo todo para que desde el doce de enero del dos mil diecinueve estemos en Panamá alistando los últimos detalles y que así el papa y todo el mundo disfruten mucho”, asegura Víctor.