El Vaticano afirmó este jueves que siente “vergüenza y dolor” tras una investigación sobre los abusos sexuales cometidos por más de 300 curas en Pensilvania, y aseguró que el papa estaba del lado de las víctimas.
“Las víctimas deben saber que el papa está de su parte. Aquellos que han sufrido son su prioridad, y la Iglesia quiere escucharlos para erradicar este trágico horror que destruye la vida de los inocentes”, dice el comunicado.
Una investigación de los servicios del fiscal de Pensilvania, publicada el martes, destapó abusos sexuales perpetrados por más de 300 "curas depredadores" y su encubrimiento por parte de la Iglesia católica de ese estado, donde al menos 1.000 niños fueron víctimas de esos actos.
No es la primera vez que un jurado popular publica un informe que desvela escándalos de pederastia en el seno de la Iglesia católica estadounidense, pero jamás se habían revelado tantos casos.
"Curas violaron a niños y niñas, y los hombres de iglesia que eran sus responsables no hicieron nada. Durante décadas", escribieron los miembros del jurado en el informe publicado el martes.
El Vaticano dijo tomar “muy en serio” el informe y aseguró que “dos palabras pueden expresar lo que se siente ante esos crímenes horribles: la vergüenza y el dolor”.
Terrible
"Los abusos descritos en el informe son criminales y moralmente reprobables. Estos hechos han traicionado la confianza y han robado a las víctimas su dignidad y su fe", asegura el comunicado.
El Vaticano recuerda, sin embargo, que la mayor parte de los casos mencionados son anteriores al comienzo de los años 2000, cuando la revelación de varios escándalos llevó a la Iglesia estadounidense a hacer “reformas”.
La Santa Sede “empuja a estar en constante reforma y vigilancia en todos los niveles de la Iglesia católica, para garantizar la protección de los menores y de los adultos vulnerables. Subraya también la necesidad de obedecer a la legislación civil, incluida la obligación de denunciar los casos de abusos a menores”.
Los “sacerdotes pedófilos” emplearon la propia fe de las víctimas y su confianza en ellos como líderes religiosos para abusar de ellos y silenciarlos, según detalló el informe de 884 páginas.
A golpes
Otra víctima contó como un religioso usó una cruz de metal para golpearlo.
En la rectoría de una parroquia, cuatro curas hicieron que un chico se desnudase y posara como Jesucristo en la cruz mientras le tomaban fotos, apuntó el reporte.
"Él afirmó que todos se reían y decían que las imágenes serían utilizadas como referencia para nuevas esculturas religiosas para las parroquias”, añadió. Dos de los curas implicados en esos hechos cumplieron más tarde penas de prisión por abusar sexualmente de dos monaguillos.
Otro cura contó a un niño al que estaba acariciando que lo que hacía estaba bien porque él era “un instrumento de Dios” .
Según el informe, los curas también utilizaron el sacramento de confesión como una oportunidad para atacar a menores.
La investigación en seis de las ocho diócesis del estado de Pensilvania –Allentown, Erie, Greensburg, Harrisburg, Pittsburgh y Scranton– es la más amplia realizada nunca sobre abusos de sacerdotes católicos en Estados Unidos, según los defensores de las víctimas. Más de 1.000 menores, y posiblemente muchos más, fueron asaltados desde la década de 1940, según el informe.
La diócesis representa a alrededor de 1,7 millones de católicos.