Una renovación histórica de la Iglesia de la Natividad alienta el espíritu navideño en la ciudad bíblica de Belén, al permitir a los visitantes contemplar antiguos mosaicos y columnas que han recuperado su antigua gloria por primera vez en 600 años.
Las autoridades municipales esperan que la restauración de la iglesia que se alza en el lugar donde, según la tradición, nació Jesús, estimule el turismo y la economía en la Cisjordania ocupada por Israel y acaso detenga la partida de la población cristiana del lugar donde nació su fe, un proceso que ya lleva décadas.
“Los cristianos se van de Tierra Santa debido a la falta de paz y las penurias económicas, y tenemos problemas para convencerlos de que se queden, esta es una manera de hacerlo” , dijo el alcalde de Belén, Anton Salman.
La restauración comenzó en 2013, un año después que la UNESCO declaró a la iglesia Patrimonio de la Humanidad, y esperan completarla a fines del año próximo. La Autoridad Palestina creó una comisión de jerarcas cristianos locales para supervisar la renovación y contrató a una empresa italiana para ejecutar el proyecto.
Ziad al-Bandak, el presidente de la comisión, dijo que han recaudado 14 millones de los 17 millones de dólares necesarios, la mitad de la Autoridad Palestina y empresas locales musulmanas y cristianas y el resto de donantes extranjeros.
“Se ha convertido en una iglesia tan hermosa, a todos los cristianos del mundo les encantaría verla”, dijo.
El santuario, uno de los más venerados de la cristiandad, fue construido en el siglo IV por santa Helena sobre una caverna donde se dice que la Virgen María dio a luz. Lo que ven la mayoría de los peregrinos hoy es la basílica construida por el emperador bizantino Justiniano I, quien reinó de 527 a 565.
Descuidada durante décadas, su techo tenía goteras, había ventanas rotas, los mosaicos estaban cubiertos de mugre y las columnas estaban dañadas.
Cinco años de restauración la han transformado.
Emad Nassar, un ingeniero palestino que supervisa las renovaciones, dijo que el proyecto comenzó por el techo. El 10% de las vigas fueron reemplazadas por madera traída de antiguas iglesias destruidas en Italia, se repararon las ventanas y se restauraron las piedras y muros exteriores.
El reto mayor fue acaso la restauración del gran mosaico mural de 2.000 metros cuadrados. Hasta se han restaurado 120 metros cuadrados, que muestran a Jesús y varios santos. También está en restauración un mosaico en el suelo.
Es un proceso minucioso y lento. Mientras Nassar hablaba, tres trabajadores italianos limpiaban un mosaico con cepillos diminutos y los cubrían con un material protector.