Los niños futbolistas y el entrenador rescatados de una cueva en el norte de Tailandia fueron ordenados el miércoles en un templo budista, en lo que fue una ceremonia honorífica para mostrar agradecimiento por su rescate.
Los 11 chicos, de entre 11 y 16 años de edad, pasaron a ser novicios budistas mientras que su entrenador, de 25 años, se convirtió en monje. Uno de los jóvenes no participó porque no es budista.
El martes los jóvenes se habían preparado, en una ceremonia que incluyó afeitarse la cabeza y colocarse la tradicional túnica color naranja, además de orar con sus invitados y con funcionarios locales que asistieron al evento.
La ceremonia de ordenación tuvo lugar en un templo en la cima de una montaña en la provincia Chiang Rai, donde los jóvenes pasaron un poco más de una semana.
Todos los varones budistas en Tailandia por lo general ingresan al sacerdocio, aunque sea temporalmente, para mostrar su agradecimiento, especialmente hacia sus padres. La creencia es que la ceremonia religiosa le confiere cierto honor a la persona, lo cual se extiende a los progenitores.
Praphun Khomjoi, director local de la Oficina Nacional Budista, dijo que los jóvenes le dedicaron su ceremonia a Saman Gunan, el buzo tailandés que murió durante el operativo para rescatarlos.
“La enseñanza que queremos impartirle a estos jóvenes es que tengan conciencia de la importancia que tienen sus vidas. Ser humano es algo extraordinario y, debido a que se nos ha dado esta oportunidad, debemos usar los principios budistas, o los principios de cualquier religión, como guía. Esa es la lección que les queremos impartir”, dijo Praphun.
Entre los invitados estaba la familia de Saman y un médico que acompañó al equipo dentro de la cueva por nueve días, hasta que llegaron los buzos para salvarlos.
Los 12 jóvenes y su entrenador fueron dados de alta del hospital la semana pasada. Quedaron atrapados en la cueva el 23 de junio y fueron hallados por dos buzos británicos el 2 de julio. Fueron sacados en un ambicioso operativo de rescate que culminó el 10 de julio. Los médicos han dicho que su estado de salud es bueno.