Una estatua en la India, de 182 metros de alto, construida en bronce, hormigón y acero, e inaugurada esta semana, se ganó el título de la más alta del mundo.
La obra, que es dos veces más alta que la Estatua de la Libertad de Nueva York, con el pedestal incluido, representa a Sardar Vallabhbhai (1875-1950), primer ministro del Interior de India, vestido con un dhoti tradicional y un chal en los hombros.
La “Estatua de la Unidad” fue construida en la remota región del estado occidental de Gujarat.
La obra costó 29.900 millones de rupias, unos 404 millones de dólares (unos ¢250 mil millones). Las comunidades tribales de la región se han opuesto a su construcción, criticando su alto precio y su impacto sobre el medioambiente.
Parte de la escultura, de cerca de 100.000 toneladas, se realizó en China y se necesitaron cuatro años de trabajo y la intervención de más de 3.000 obreros para erigirla.
El gobierno nacionalista hindú también prevé inaugurar en 2021 otra enorme estatua en la bahía de Bombay, en honor del rey guerrero hindú Chhatrapati Shivaji.
El tamaño de esas estatuas y la elección de los personajes a los que representa, dos figuras históricas celebradas por los nacionalistas hindúes, no son casualidad, a meses de las elecciones legislativas del año próximo.
El Bharatiya Janata Party (BJP), la formación que dirige India desde 2014, considera que la historia ha olvidado injustamente a Patel, centrándose en Jawaharlal Nehru, el primer jefe de gobierno del país y figura clave del Partido del Congreso, que está actualmente en la oposición.
La estatua más alta del mundo era hasta el momento el Buda del Templo del Manantial, en el centro de China, que mide 128 metros sin pedestal, según el Libro Guiness de los Récords, frente a los 157 metros de la escultura india sin soporte.