Una ceremonia por las víctimas de un accidente de limusina en Nueva York, en el que fallecieron 20 personas, terminó con los participantes levantando velas sobre sus cabezas en señal de unidad y perseverancia.
Más de 1.000 personas se reunieron el lunes por la noche en un parque a las orillas del río en Ámsterdam, Nueva York, mientras los familiares intentan lidiar con la tragedia que se dio cuando el grupo de amigos y parientes iban rumbo a un festejo de cumpleaños.
La limusina, con exceso de pasajeros, se pasó un semáforo en rojo y embistió una camioneta el sábado en la localidad de Schoharie.
Las autoridades todavía deben determinar la velocidad del vehículo o por qué no logró detenerse y se salió del camino al final de una larga bajada.
El vehículo para 19 personas tenía al menos algunos cinturones de seguridad, pero no era claro si los ocupantes los traían puestos, informó el presidente de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, Robert Sumwalt.
El accidente, a unos 270 kilómetros al norte de la ciudad de Nueva York, sucedió tres años después de otro accidente mortal de una limusina en ese mismo estado, que provocó peticiones al gobernador Andrew Cuomo para examinar la seguridad de dichos vehículos. No hay evidencia de que se hayan tomado medidas para hacerlo.