El programa espacial de China logró un hito histórico el jueves: un aterrizaje en la llamada “cara oculta” de la Luna.
Solo tres países –Estados Unidos, la extinta Unión Soviética y, más recientemente, China– han enviado naves espaciales al lado más próximo del satélite, visible desde la Tierra, pero esta fue la primera vez en que se aterrizó en la cara más alejada.
La Administración Espacial Nacional China dijo que el alunizaje del explorador lunar Chang’e “abrió un nuevo capítulo en la exploración humana de la Luna” .
Una imagen tomada a las 11:40 enviada a la Tierra por la Chang'e 4 muestra un pequeño cráter y una superficie árida que parece estar iluminada por la luz de la propia nave. Su nombre procede de una diosa china que, según la leyenda, vivió en la luna durante milenios.
El pionero alunizaje pone el foco sobre las crecientes ambiciones de China frente a sus rivales Estados Unidos, Rusia y Europa en el espacio, además de consolidar la posición del gigante asiático como una potencia regional y global.
El lanzamiento de la nave Chang’e 4 el pasado 8 de diciembre fue elogiado como uno de los mayores logros del país en 2018, y la cadena estatal Televisión Central de China inició su noticiario del mediodía anunciando el aterrizaje.
“En conjunto, la tecnología espacial china está todavía por detrás de la de Occidente, pero con el aterrizaje en la cara oculta de la Luna, hemos avanzado hacia el frente”, señaló Hou Xiyun, profesor en la escuela de Astronomía y Ciencia Espacial de la Universidad de Nanjing.
Según Hou, China tiene a Marte, Júpiter y los asteroides en su punto de mira: ”No hay duda de que nuestra nación irá más y más lejos”.
Piensa en grande
En 2013, Chang'e 3, la nave precursora de la actual misión, realizó el primer alunizaje desde el de la sonda soviética Luna 24 en 1976. Estados Unidos es el único país que consiguió llevar con éxito a un hombre al satélite, aunque China está considerando también una misión tripulada.
Por el momento, Beijing planea mandar la nave Chang'e 5 a la Luna el próximo año y hacer que regrese a la Tierra con muestras, algo que no pasa desde la misión soviética de 1976.
La relativamente inexplorada cara oculta de la Luna tiene una composición diferente al lado más cercano, donde aterrizaron las anteriores misiones.
La misión de la Chang'e 4, que cuenta con un rover, incluye observaciones radioastronómicas de baja frecuencia y estudios sobre la estructura y composición mineral del terreno encima y debajo de la superficie.
“La cara oculta de la Luna es un lugar raramente tranquilo, libre de la interferencia de las señales de radio de la Tierra”, declaró el vocero de la misión, Yu Guobin, según la agencia oficial de noticias Xinhua. ”Esta sonda puede llenar el vacío de la observación radioastronómica de baja frecuencia y proporcionará información importante para estudiar el origen de las estrellas y la evolución de las nebulosas”.
Uno de los retos de trabajar en ese lado del satélite son las comunicaciones con la Tierra. China lanzó en mayo un satélite de transmisiones para que la Chang'e 4 pueda enviar información al control de la misión.
China realizó su primera misión espacial tripulada en 2003, convirtiéndose en el tercer país en hacerlo por detrás de Rusia y Estados Unidos. Tiene dos estaciones espaciales en órbita y planea enviar un vehículo de exploración a Marte a mediados de la década de 2020. Su programa espacial sufrió un inusual revés el año pasado por un fallo en el lanzamiento de su cohete Long March 5.